Síguenos en redes sociales:

Rubén DomínguezAlero del Surne Bilbao Basket

“Cuando fallo dos o tres triples seguidos sé que los siguientes los voy a meter; son números”

Su histórico partidazo en tierras gallegas llegó con el premio añadido de ser el MVP de la 13ª jornada de la Liga Endesa junto a Jilson Bango (Zaragoza)

“Cuando fallo dos o tres triples seguidos sé que los siguientes los voy a meter; son números”ACB Photo

El joven alero gaditano, que cumplirá 22 años el próximo 23 de enero, reconoce que aún está tratando de asimilar el partido que cuajó el sábado en A Coruña, en el que batió el récord anotador de un hombre de negro en un partido, con 35 puntos, igualó el de triples convertidos, con ocho, y fue pieza vital para lograr una victoria importantísima.

¿Continúa en una nube? 

Lo cierto es que sí. Estoy muy contento, diría que todavía estoy tratando de asimilarlo. Cuesta un poco porque fue un gran partido y supongo que cuando pase más tiempo lo veré con mayor perspectiva. Fue una noche muy bonita.

¿Cómo se duerme después de un partidazo de 35 puntos? 

Costó un poco, la verdad, pero acabas durmiendo muy bien porque tienes muy buenas sensaciones, mucha satisfacción en el cuerpo.

Jaume Ponsarnau comentó tras el duelo que sus compañeros corearon su nombre en vestuarios. ¿Cómo recuerda el postpartido?

Mucha locura. Mis compañeros son increíbles y me felicitaron todos. Como jugador joven que soy, son ellos los que me facilitan las cosas para poder hacer un partido así, con intentarlo yo solo no sirve de nada. Lo más importante es sumar victorias para el equipo, estar todos a una y así lo hemos hecho. Se lo agradezco un montón. 

Ya le habrán dejado caer que tendrá que pagarse algo…

Sí; por supuesto (ríe a carcajadas).

¿Recuerda otro partido en el que metiera 35 puntos u ocho triples?

Sí recuerdo algún partido así en categorías de formación, pero esto es ya otro nivel. Fue extraordinario.

Solo Alberto Herreros, Mario Hezonja y Álex Abrines habían metido ocho triples con 21 años o menos; nadie conseguía 35 puntos a tan corta edad desde Jean Montero este año y el anterior precedente era Rudy Fernández en 2006. ¿Qué le dice ver su nombre junto al de esos jugadores?

Buff… Aún debo asimilarlo y es incluso difícil de explicar. Son nombres de jugadores muy grandes… Por supuesto, te hace ilusionarte y, personalmente, por cómo soy yo, me da muchas más ganas de seguir trabajando. No me creo que haya solucionado nada con este partido. Sé que es un paso muy grande en mi carrera, pero solo estoy en el inicio.

Su partido ya era bueno hasta el último cuarto, pero esos últimos diez minutos, con 18 puntos y cinco de cinco en triples, fueron estratosféricos. ¿Qué siente un jugador en esos momentos? Supongo que es como otro estado mental, como estar en trance.

Es difícil de explicar, pero es algo así como dices. Yo y mi psicólogo deportivo siempre hablamos de ese estado de plena confianza, de no pensar y simplemente ejecutar, y solía utilizar la palabra trance para explicarla. A ese último cuarto llegué ya con un nivel de confianza elevado y pude hacer lo que hice porque mis compañeros me lo permitieron facilitándome mucho las cosas.

“No me creo que haya solucionado nada con este partido; sé que es un paso muy grande en mi carrera, pero solo estoy en el inicio”

Había momentos en los que se le veía reírse tras encestar alguno de los triples, disfrutar. ¿Tira uno convencido ya de que van a entrar?

Prácticamente sí. Llegas a pensar que prácticamente podrías encestar sin mirar.

Cuando empezó ese último cuarto, y hasta su explosión triplista, el partido no estaba ni mucho menos resuelto pero sus compañeros le buscaban constantemente. Supongo que esa confianza es motivo de orgullo para un jugador joven. 

Sin duda. No es sencillo que en un momento de gran exigencia, cuando en un partido que todavía no está resuelto y que es muy importante para el equipo se confíe en el jugador joven. Al llegar al último cuarto llevaba ya 17 puntos, pero en ese momento lo más importante era sacar el partido adelante y siguieron confiando en mí para conseguirlo. Gracias a Dios, todo salió muy bien.

¿Le dio mucha confianza ese triple a tabla con solo ocho décimas para la bocina del descanso?

Sí. Y si te digo la verdad, cuando Jaume me metió en cancha, sabía que de una forma u otra iba a acabar dentro. 

Como tirador que es, ¿tiene explicación que el mismo equipo y los mismos jugadores que llevaban seis partidos sin llegar al 30% de acierto en el triple y que en la primera mitad promediaban un 23% de repente exploten con un 16 de 24 tras el descanso y un 10 de 12 en el último cuarto?

Si miras las estadísticas, ayer acabamos el partido con 26 asistencias y diría que durante 35 de los 40 minutos del partido estuvimos buscando constantemente el mejor tiro posible. Conseguimos muchos triples a pies parados, no fueron ni forzados ni sobre bote, y eso se nota mucho. Eso sube mucho los porcentajes y el acierto. Somos buenos tiradores, simplemente no estábamos encontrando esas situaciones a pies parados, que es cuando somos más eficientes.

Ese brutal nivel de acierto final probablemente no es normal, pero tampoco lo era lo anterior. El Surne Bilbao Basket tiene mejores tiradores que lo que marcaba su nivel de acierto.

Son números y los números tienen estas cosas. Yo, personalmente, siempre digo que cuando fallo dos o tres triples seguidos sé que los dos siguientes los voy a meter porque son números. Sería irreal fallar, fallar y seguir fallando porque sé que soy buen tirador y en algún momento voy a volver a mi media. Y en lo colectivo, igual.

“Sigo teniendo confianza plena en Ponsarnau en el tema de los minutos de juego que me concede, no tengo prisa para nada”

Ahora le toca gestionar este partidazo, sobre todo en el aspecto mental.

Por supuesto. Ya dije después del partido que en estos momentos no puedes subirte muy arriba ni en los malos partidos irte muy abajo. Lo importante es la constancia, que al final es lo que se valora de verdad y lo que sirve para ganar partidos.

¿Cómo de importante ha sido tener minutos, protagonismo y responsabilidades en Europa para haber estado preparado en Liga Endesa cuando el equipo le ha necesitado? 

Muy, muy importante. Tenía claro que era el ecosistema que iba a permitirme desarrollarme un poco más. Para mí ha sido un salto grande, pero ha ido paso a paso. En la eliminatoria de clasificación contra el Neptunas la cosa fue poco a poco, en la fase de grupos tuve más minutos y protagonismo y así hasta acabar haciendo un buen partido ante un rival de mucha exigencia como el Cholet para ayudar a ganarlo. A un ritmo alto, pero todo a su ritmo.

Hace menos de dos meses aseguraba que no se obsesionaba con sus minutos en la ACB, que confiaba plenamente en Ponsarnau. ¿Le frustraría no tener más protagonismo a partir de ahora?

Sigo teniendo confianza plena en Jaume. No tengo prisa para nada. Sé que cuando me pone en pista es porque considera que es lo mejor para mí y para el equipo y cuando no lo hace, también.