El Bilbao Basket ya tiene a todos sus jugadores a disposición de Jaume Ponsarnau para continuar con la pretemporada. Amar Sylla se sumó ayer MARTES al grupo después de que retrasos en la expedición de su visado en Senegal haya aplazado su llegada a Bilbao quizás más de lo que se esperaba. El pívot africano, que cumplirá 23 años en pocos días, está llamado a completar la posición de cinco junto a Hlinason y Jones y ha estado trabajando en su país para no perder el tono físico, pero tendrá que ponerse rápidamente al día en las cuestiones tácticas para seguir el ritmo de un equipo que ya ha avanzado bastante en estas primeras tres semanas de preparación.
Sylla debe añadir a los hombres de negro, pese a su rol más limitado en minutos, poderío físico y la consistencia en el rebote que le ha faltado al Bilbao Basket en varios tramos de los tres primeros amistosos y que necesita para poder desplegar su juego en transición. Es la mejor virtud del senegalés, como ya demostró en su anterior etapa en la ACB en el Betis o la pasada temporada en el Braunschweig alemán.
A la espera de encajar esta última pieza en la rotación, lo que hará que el joven Carlos Taboada se pueda incorporar al Zornotza, el equipo bilbaíno afronta ahora el tramo decisivo de su pretemporada ya que va a disputar tres partidos en apenas seis días: este viernes, la Euskal Kopa en Azpeitia ante el Baskonia; el domingo, en Tárrega ante el Lleida o el Manresa; y el próximo miércoles, ante el Gipuzkoa Basket. Es una secuencia similar a la que los de Ponsarnau tendrán en la última semana de septiembre con el doble enfrentamiento europeo en martes y viernes ante el Neptunas Klaipeda y el estreno liguero en Miribilla ante el Breogán en domingo.
El trabajo de preparación va encaminado a llegar lo mejor posible a esa semana ya que todo el mundo, en la plantilla y en el club, es consciente de la importancia de la misma. Hasta ahora, ha transcurrido sin sobresaltos y con un balance satisfactorio en cuanto a la exigencia que han supuesto los tres duelos amistosos, que han servido para desvelar aquellos aspectos de mejora en los que siempre incide el técnico. El Bilbao Basket ha dejado ver que puede ser un equipo más profundo, con más talento y más recursos en ataque y que, en cambio, debe fortalecerse en defensa y rebote. En el debe hay que apuntar, también, las pérdidas de balón, sobre todo en situaciones en la que se trata de encontrar a los pívots bajo el aro, aunque son cuestiones que se pueden solucionar con tiempo y comunicación, algo que ha sido frecuente en estos partidos.
Protagonistas esperados
El último ante el Paris Basketball invitó a la esperanza por la entidad del rival y porque los hombres de negro fueron capaces de no perderle la cara durante muchos minutos. Entre los nuevos, Marvin Jones y Rubén Domínguez han dejado las botas más positivas, mientras que Melwin Pantzar y Kristian Kullamae parecen confirmar que pueden tener más protagonismo que la pasada temporada y elevar sus prestaciones, algo en lo que la dirección deportivo confió a la hora de construir la plantilla. Dos veteranos como Tomasz Gielo y Zoran Dragic han demostrado que son capaces de producir sin tener mucho balón en las manos, aunque de ellos se espera que puedan aparecer con acierto y fiabilidad en momentos complicados por su oficio y experiencia.