Jaume Ponsarnau se mostró muy feliz por la remontada del Bilbao Basket, que, según aseguró, se empezó a fraguar “en Granada. Allí teníamos gente lesionada, enferma, baja de energía pero aunque el partido no salió bien, nos sirvió para levantarnos y para empezar a construir el partido de hoy, en el que hemos salido con el pecho alto”. El técnico de los hombres de negro valoró la atmósfera creada en Miribilla, sobre todo en los minutos finales, “y es que para vivir noches como esta queríamos jugar en Europa, nos hacía ilusión representar a Bilbao y a Bizkaia y queríamos alargar lo máximo posible nuestro camino para sentirnos orgullosos”.
“Desde la energía y la determinación, hemos arrancado bien. Había que correr y lo hemos hecho. Al inicio del tercer cuarto, estamos algo sobreexcitados, pero nuestra defensa ha sido sólida y nos hemos rehecho con un poco más de pausa”, comentó sobre el partido en el que presentó una rotación “que no era la que teníamos en la cabeza y por eso hemos tenido que ir manejando las energías y reducir el número de desequilibrios en los emparejamientos”.
Ponsarnau dejó claro que “Miribilla siempre nos ha ayudado mucho, por ejemplo hoy. Ojalá podamos disfrutar este ambiente durante muchos años, pero para ello hay que merecérselo y en ello estamos”. En este sentido, recordó que los partidos de casa que quedan hasta final de temporada en Europa y en la Liga Endesa “van a ser muy importantes para cumplir los objetivos. Es donde nos sentimos más a gusto y donde vamos a encontrar nuestro máximo nivel. Pero no renunciamos a ser más competitivos también fuera de casa, aunque en la liga es muy complicado para todos”.