Con la dolorosísima derrota por 19 puntos sufrida el miércoles en Varsovia, que deja su futuro en la FIBA Europe Cup pendiente de un finísimo hilo, y el tortuoso viaje de regreso todavía muy frescos en los cuerpos y mentes de sus componentes, el Surne Bilbao Basket vuelve hoy a la acción en la Liga Endesa rindiendo visita al Coviran Granada en otro encuentro de notable importancia de cara a su objetivo de gozar de un final de curso alejado de la taquicardia en la Liga Endesa. Una victoria ante el conjunto dirigido por Pablo Pin sería sinónimo de tranquilidad casi completa pues dejaría la zona de descenso a cuatro victorias, más el average, a falta de diez jornadas para bajar el telón competitivo. Eso sí, una derrota bilbaina daría mucha vida a un conjunto nazarí que con una sola victoria en los últimos ocho encuentros necesita sacar hoy algo positivo de su pugna con los hombres de negro.

Los de Jaume Ponsarnau llegan muy tocados en el plano anímico tras lo acontecido en tierras polacas y debilitados en su estructura por la más que probable baja de Xavi Rabaseda tras la fractura en la mandíbula sufrida la jornada anterior en Málaga. El técnico destacó la importancia de “levantarnos todos juntos” tras el estrepitoso tropezón en el que probablemente fue el encuentro más flojo de la presente campaña y en ello tendrán que centrarse los hombres de negro, aunque sus últimos choques a domicilio no invitan al optimismo, con su último éxito lejos del Bilbao Arena datado en el lejano 3 de diciembre en Valencia. El conjunto vizcaino tendrá que dar un giro de 180 grados a su eficiencia ofensiva si quiere tener opciones de victoria después de que en la cancha del Legia solo metiera uno de los 19 triples que lanzó y se quedara también en un pobre 41% en tiros de dos puntos, fallando un buen puñado de lanzamientos en la pintura e incluso alguna que otra bandeja. En ese sentido, jugadores como Adam Smith y Keith Hornsby tienen que dar un importante paso al frente, así como un Álex Reyes que debe aprovechar la ausencia del capitán para demostrar que todavía puede ser de gran ayuda para el colectivo y los dos componentes de la rotación de cuatros, Denzel Andersson y Thijs De Ridder.

En lo referente al conjunto local, Pin recupera al exhombre de negro Jonathan Rousselle. En su estructura ha habido importantes cambios respecto a la derrota sufrida en Bilbao en la primera vuelta (agónico 94-93), sobre todo con la salida del equipo de Joe Thomasson. Por contra han llegado refuerzos como Malik Dime, Elias Valtonen y un Jacob Wiley que ya se hizo notar la pasada jornada en la derrota contra el Tenerife en la posición de cinco restando minutos a Cristiano Felicio. Con Lluís Costa moviendo al equipo desde la posición de base y otros focos de peligro como los de David Kramer y Kwan Cheatham, la defensa bilbaina está obligada a rendir a un nivel notable.