El Surne Bilbao Basket tiene hoy ante sí la oportunidad de dejar sellado de manera matemática su acceso a la segunda fase de la FIBA Europe Cup con una semana de antelación. Todo pasa por ganar en su visita al CSU Sibiu rumano, sin opciones ya después de haber perdido sus cuatro encuentros. Ese resultado aseguraría ya ser uno de los mejores seis segundos clasificados de la competición, teniendo en cuenta además que los hombres de negro solo podrían ser ya descabalgados de la primera posición del Grupo B si los Caledonia Gladiators vencieran hoy en la cancha del Anwil Wloclawek, actual campeón que se aferra a sus escasísimas opciones, y, además, en la última jornada derrotaran a los de Jaume Ponsarnau por más de 48 puntos, misión prácticamente imposible.
Es por ello por lo que la cita de hoy es importante para los intereses de los hombres de negro, que llevan una participación continental inmaculada: cuatro de cuatro. Eso sí, el último empujón lo tendrán que dar sin poder contar con Alex Renfroe y Sacha Killeya-Jones, que se quedan en Bilbao como medida preventiva ante distintos problemas físicos. “Alex sufrió una lesión contra el Baskonia, ha ido aguantando y ahora consideramos que es buen momento para darle unos días de descanso para que recupere bien. Sacha sufrió una caída aparatosa contra el Real Madrid y los servicios médicos consideran que es mejor que descanse para ir recuperando todo aquello que se magulló. Recuperamos a Unai Barandalla, que estaba lesionado , y viene también con nosotros Asier Fernández, que ya nos ayudó en pretemporada. Tuvimos una buena impresión de él. Está creciendo y mejorando y se merece venir con nosotros y poder ayudarnos”, apuntó el entrenador catalán.
El rival de hoy atraviesa por un complicado momento de resultados y es probable que no pueda contar con su base australiano Kyle Adnam, ausente las últimas semanas por una lesión muscular. No solo es que en Europa su participación haya sido muy decepcionante –derrotas por 12 y 29 puntos ante los Gladiators, por 38 en casa ante el Anwil y por 25 en Miribilla–, sino que en la liga rumana tampoco levanta cabeza. Tras arrancar con tres victorias, ha perdido tres de sus últimos cuatro compromisos, el pasado fin de semana en casa ante el Ploiesti (72-80). Sin embargo, Ponsarnau no quiere ni la más mínima confianza ante un adversario que “ya no se juega nada y puede tener un punto de liberación. Como vimos aquí, tienen jugadores que pueden destacar y tendremos que estar bien para actuar contra sus individualidades”. La capacidad de lanzamiento exterior de los búlgaros Pavlin Ivanov y Yordan Minchev y el juego uno contra uno de Monyea Pratt son sus principales activos a vigilar, con Rares Uta y Mouhamed Barro aportando en la pintura.
Después de perder sus cuatro últimas citas de Liga Endesa, en la última jornada plantando cara hasta el final ante el gigantesco Real Madrid, cualquier victoria es importante para reactivar la confianza y la autoestima del colectivo. Si afronta esta contienda con la seriedad y la energía adecuadas, sus opciones de ganar serán muchas. “Sabemos que en esta competición cada minuto es importante. Hay pocos partidos, un average en juego y todo es trascedente. Para nosotros este partido es muy importante y vamos a afrontarlo de la mejor manera posible”, dijo Ponsarnau.