El Surne Bilbao Basket arrancará mañana miércoles en el Hala Mistrzow de Wloclawek (Polonia), hogar del vigente campeón, su singladura por la FIBA Europe Cup, la cuarta competición en cuanto a nivel e importancia en el complicado panorama baloncestístico continental. En todas ellas habrá jugado el conjunto vizcaino en algún momento de su historia en cuanto se ponga el balón en juego contra el Anwil y puede que, apelando al realismo, esta sea a día de hoy la que mejor se ajuste a su potencial real pese a que no sea fácil encontrar en ella atractivos para el gran público en forma de equipos de relumbrón o estrellas reconocibles. Pero los tiempos de jugar Euroliga o Eurocup quedan ya en el recuerdo, no fue posible repetir presencia en la Basketball Champions League y los rectores de la entidad de Miribilla decidieron inscribirse en este torneo, en el que los hombres de negro son debutantes, pues en su hoja de ruta se considera vital competir en Europa si existe la más mínima oportunidad.
Tras su notable arranque en la Liga Endesa, con un balance de 4-1, el desembarco en Europa ofrece al Surne Bilbao Basket un aliciente sin tener que buscarlo a su alrededor, el de desenvolverse en un ecosistema competitivo en el que tiene argumentos para sentirse importante, protagonista incluso, aspirante a llegar lejos, a ser él mismo al que los rivales observan como el enemigo a batir, el pez grande. En definitiva, convertir ese espíritu de resistencia que enarbola en la ACB, donde el objetivo original es evitar la zona que amenaza con el descenso, en la ilusión y ambición de pugnar por cotas elevadas. En esta FIBA Europe Cup de cuarenta equipos, muchos representando a ligas con bagaje competitivo bastante menor, hay un puñado de ellos con plantillas notablemente armadas que les capacitan a aspirar al éxito final. El Bahcesehir de Axel Bouteille, el Varese de Willie Cauley-Stein, el Bnei Herzliya –habrá que ver qué ocurre con los equipos de Israel–, el propio Casademont Zaragoza... Aunque los caminos europeos pueden convertirse en revirados al menor descuido y conviene desenvolverse con la humildad por bandera, ninguno de ellos asoma como inalcanzable para la escuadra bilbaina.
En este sentido, Jaume Ponsarnau, técnico de los hombres de negro, apuntó ayer que “vamos a enfrentarnos a equipos cuya máxima ilusión es jugar esos partidos contra nosotros, que su principal competición es esta”. Un aviso a navegantes en toda regla, asumiendo que los suyos son, al menos en la parrilla de salida, uno de los conjuntos a batir. “En todos los equipos hay jugadores que quieren dar pasos en su carrera y hacerlo lo mejor posible. Por ejemplo, la polaca es ya la quinta mejor liga de Europa, sigue mejorando y el Anwil es el mejor equipo. No estamos solos en este mundo y hay otros lugares en los que siguen creciendo y mejorando, invirtiendo en tratar de fichar buenos jugadores, tienen más fichas de extracomunitarios disponibles y ello les lleva a conseguir un muy buen nivel competitivo”, añadió, focalizándose en los polacos, primeros rivales dentro de un grupo que completan el CSU Sibiu de Rumanía y los Caledonia Gladiators de Escocia, que deberían ser más que asequibles: “Empezamos sin capacidad de adaptación y máxima exigencia porque probablemente es el rival más fuerte del grupo, el actual campeón, y jugamos en su pista. Juegan muy bien, tienen un sentido táctico muy bueno, son muy difíciles de parar y nos va a costar. Va a ser un partido muy exigente”.
Aspirantes
Con diez grupos de cuatro equipos –pasan a la siguiente fase los campeones y los seis mejores segundos–, la nomina de aspirantes a la corona debería salir de las ligas domésticas más competitivas: Turquía, Italia, Alemania, Francia y ACB, con la incógnita de Israel. El Bahcesehir, rival el pasado curso del conjunto vizcaino en la BCL, mantiene al pívot francés Jerry Boutsiele e incorpora a piezas del nivel del exhombre de negro Axel Bouteille, Tyler Cavanaugh (Zalgiris) y Phil Scrubb (Obradoiro). El Varese ha apostado por Willie Cauley Stein, cinco con más de 400 partidos de experiencia en la NBA, secundado por Olivier Hanlan, Gabe Brown, Sean McDermott y Davide Moretti, mientras que el Casademont Zaragoza, tras superar la ronda previa, coloca sobre la mesa a Jahlil Okafor, Mark Smith, Santi Yusta, Andrea Cinciarini y Emir Sulejmanovic, entre otros.
No son pocas las escuadras que fían su suerte a largas nóminas de jugadores estadounidenses. Ahí están el Bnei Herzliya (Ryan Boatright, Justin Simon, Chris Babb y Ousman Krubally), el Manisa turco (los ex-Murcia James Anderson y Ryan Luther, John Roberson, Daron Russell, además del mexicano Pako Cruz), el Brindisi (Jeremy Senglin, Jamel Morris y JaJuan Johnson), los Rostock Seawolves (Tyler Nelson, Mike Smith y Derrick Alston jr.) o el Ironi Ness Ziona (Demonte Harper, Isaiah Whitehead o Vincent Edwards). También querrán llegar lejos conjuntos como el propio Anwil de la mano de Victor Sanders, Luke Petrasek y Janari Joesaar, los alemanes Niners Chemnitz y Gottingen y el Hapoel Galil Elion, mientras que el caso del Gravelines-Dunkerque de Johnny Berhanemeskel y Larry Nnoko llama la atención, pues ha arrancado la competición francesa con un horrible 0-7. Además, hay equipos de ligas menores especialistas en llegar lejos en esta competición. Ahí está el caso de los Bakken Bears de Dinamarca, semifinalistas en 2022, 2020 y 2018, mientras que el pasado ejercicio fueron escuadras como el Kalev/Cramo estonio o el Karhu finlandés las que alcanzaron la antesala de la final.
Como toda competición continental, y aunque su nivel de competitividad es inferior a lo vivido por los hombres de negro en anteriores incursiones europeas, la FIBA Europe Cup presentará muchas trampas y emboscadas por el camino, más aún con los vizcainos convertidos en uno de los grandes rivales a batir.
LOS GRUPOS
Grupo A. Balkan Botevgrad (Bulgaria), Sporting CP (Portugal), Alba Fehervar (Hungría) y Bnei Herzliya (Israel).
Grupo B. Surne Bilbao Basket, CSU Sibiu (Rumanía), Anwil Wloclawek (Polonia) y Caledonia Gladiators (Escocia).
Grupo C. Petrolina AEK (Chipre), Karhu Basket (Finlandia), Jonava (Lituania) y Rostock Seawolves (Alemania).
Grupo D. KK Mornar (Montenegro), Bahcesehir (Turquía), ERA Nymburk (República Checa) y Sabah BC (Azerbaiyán).
Grupo E. Bakken Bears (Dinamarca), Norrkoping Dolphins (Suecia), FC Porto (Portugal) y Manisa (Turquía).
Grupo F. Happy Casa Brindisi (Italia), Ironi Ness Ziona (Israel), Kalev/Cramo (Estonia) y Casademont Zaragoza (España).
Grupo G. Hapoel Galil Elion (Israel), ZZ Leiden (Holanda), Gravelines Dunkerque (Francia) y BC Trepca (Kosovo).
Grupo H. Niners Chemnitz (Alemania), Heroes Den Bosch (Holanda), Spojnia Stargard (Polonia) y KB Peja (Kosovo).
Grupo I. BG Gottingen (Alemania), Keravnos BC (Chipre), Itelyum Varese (Italia) y TSU Tblisi (Georgia).
Grupo J. Legia Varsovia (Polonia), CSU Oradea (Rumanía), Patrioti Levice (Eslovaquia) y Kataja Basket (Finlandia).
LA COMPETICIÓN
Arrancan cuarenta equipos distribuidos en diez grupos de cuatro. Avanzan a la segunda fase los campeones de cada grupo y los seis mejores segundos, formándose cuatro nuevos grupos de cuatro conjuntos. Los dos primeros de cada uno pasan a cuartos, que se disputarán en formato de eliminatorias a ida y vuelta, exactamente igual que las semifinales y la final.
ANTERIORES EDICIONES
TEMP. CAMPEÓN FINALISTA
22-23 Anwil WloclawekCholet
21-22 Bahcesehir Reggio Emilia
20-21 Ironi Ness Ziona Stal Ostrow
19-20* -------- ---------
18-19 Dinamo Sassari Wurzburg
17-18 Reyer Venezia Sidigas Avellino
16-17 Nanterre Elan Chalon
15-16 Fraport Skyliners Varese
(*) No acabó la competición por la pandemia del covid.