Nunca es buen momento para visitar al Real Madrid. Cada temporada, la jornada en la que toca desplazarse a territorio blanco es de esas que hace torcer el gesto. La tan manida visita al dentista, por poco agradable y el temor a que resulte dolorosa. Y todo se agrava cuando el visitante no se encuentra en su mejor momento de juego, salud y resultados porque las posibilidades de dar la campanada pasan de escasas a escasísimas y las de recibir un severo correctivo aumentan exponencialmente.

Contra esa realidad quiere rebelarse en la matinal de este domingo (12.30 horas) en el WiZink Center el Surne Bilbao Basket. Tocado anímicamente por la derrota del pasado martes ante el Lenovo Tenerife en un encuentro en el que mandaba por doce puntos a menos de cinco minutos del final, con la probable ausencia por lesión de Denzel Andersson, aprendiendo a vivir sin Jeff Withey, su gran bastión defensivo, y con su actual referente en ataque, Adam Smith, habiendo pasado un proceso vírico, las circunstancias de los de Jaume Ponsarnau -cumple 400 partidos en la ACB- no son las más positivas, por lo que deberán actuar al límite de sus posibilidades defensivas y ofensivas si quieren complicarle la vida al actual líder de la Liga Endesa, que en el WiZink Center solo registra una derrota en competición doméstica: contra el Barça.

Los blancos, con Walter Tavares y Rudy Fernández ya recuperados -el gigante de Cabo Verde, al igual que Sergio Llull, tendría que ser dado de alta hoy si Chus Mateo quiere que sea de la partida, ya que tiene desactivada su ficha- llegan a este compromiso tras una semana con doble jornada de Euroliga -ambas en casa, cayeron frente al Baskonia y ganaron al Valencia Basket- y también tienen dos compromisos continentales la próxima -el martes visitan al Anadolu Efes y el jueves reciben al Armani Milán- y pueden andar algo despistados, pero poseen fondo de armario sobrado para hacer frente a estas acumulaciones de encuentros.

Quizás por ello Mateo ha pedido a los suyos evitar cualquier exceso de confianza. “Necesitamos que nuestra afición nos ayude, nos aliente y nos eche una mano para ganar al Bilbao Basket antes de otra semana en la que volvemos a tener tres partidos. Nos gusta centrarnos en lo inmediato. El Bilbao Basket tiene bastante peligro. Es un equipo realmente difícil. Es verdad que está atravesando una racha no tan buena como cuando empezaron, pero tendremos que estar muy atentos. Ojalá seamos capaces de salir centrados para entender que ningún partido de la Liga Endesa es fácil”, argumentó.

INTENSO DESDE EL ARRANQUE

Quizás ahí pueda radicar una de las escasas opciones de sorpresa para el equipo vizcaino, en arrancar con contundencia, a diferencia que hizo en los anteriores compromisos ante Gran Canaria y Tenerife, para provocar que los blancos puedan tener la tentación de no exprimirse y poner su foco en los duelos europeos. Porque si juega a favor de corriente, el conjunto anfitrión puede resultar inabordable por su clara superioridad en cuanto a recursos, calidad y físico. La obligación del Surne Bilbao Basket no es otra que ofrecer su mejor versión posible para comprobar si con ella es capaz de lograr una campanada que sobre el papel parece improbable.