El pasado verano, Ludde Hakanson renovó por el Surne Bilbao Basket esperando coger un rol protagonista y lo ha conseguido. Líder en anotación (12,2), asistencias (6,2) y valoración (15,2) de los hombres de negro, se sabe importante en los esquemas de Jaume Ponsarnau y espera que su equipo deje atrás las malas sensaciones ofrecidas en las dos últimas derrotas para recuperar su versión más solida de cara al derbi.
¿Cómo se encuentra el equipo después de la derrota en Lugo?
—Estamos bien. Han sido dos partidos bastante malos, pero los hemos analizado bien y sabemos qué tenemos que mejorar fuera de casa. Tenemos que recuperar esa energía que nos dan Miribilla y nuestra gente y trasladarla a los choques a domicilio.
Withey y Sulejmanovic comentaron el miércoles que el equipo debe salir más concentrado y con más energía desde el minuto uno, que no puede ceder tanto terreno a los rivales. ¿Es el principal aspecto a mejorar?
—Sí. En Granada y Lugo hemos dejado que el rival juegue demasiado cómodo y cualquier equipo, si está cómodo desde el principio, coge confianza y luego es muy difícil pararlo. Estoy de acuerdo con ellos.
Tampoco ayudará mentalmente que el equipo se haya visto tanto tiempo por debajo en el marcador…
—Es difícil jugar en esas circunstancias. Si algo podemos sacar en positivo de estos dos partidos es que, sobre todo en el último, nos acercamos bastante en el marcador dos o tres veces.
Ni todo era color de rosa con el arranque de 3-0 ni se ha torcido tanto con estas dos derrotas.
—Así es. No estamos preocupados. Nos ha salido un mal partido, pero estamos bien. Tres días antes de caer en Lugo ganamos bastante fácil al Bahcesehir en la Champions. Ni tan abajo ni tan arriba.
¿Qué valoración realiza del primer mes de competición? ¿Está el equipo al nivel que podía esperarse?
—Teniendo en cuenta todo lo que nos pasó durante la pretemporada, yo creo que hemos tenido un buen inicio. Además, desde el arranque hemos tenido también lesiones que han impedido a Niko (Radicevic) jugar los últimos partidos, Sule tiene problemas en el tobillo… Por supuesto que nos habría gustado ganar estos partidos fuera de casa, pero de seis duelos hemos ganado cuatro. Estamos bien y, sobre todo, estamos entrenando bien y eso es importante porque en esta liga hay que mejorar cada semana. De lo contrario, todo se complica.
Muchas de las lesiones se han concentrado en las posiciones exteriores. Gran parte de la pretemporada sin bases, lesión de Goudelock, le sustituye Adam Smith que ahora tiene que jugar de base por la baja de Radicevic… Difícil generar automatismos y dinámicas grupales.
—Desde luego no es la situación ideal. Nos gustaría estar todos sanos porque en un equipo como el nuestro es importante no tener bajas, pero es lo que hay. Adam ahora tiene que jugar de uno, yo tengo que estar más minutos en cancha… Todo es más difícil así.
Por lo visto hasta ahora, parece que el nivel medio de los equipos llamados a moverse por la zona media-baja de la tabla ha subido. ¿Está de acuerdo?
—Sin duda. Y es algo que repetimos todos los años. La liga mejora, los equipos ganan en potencial y todo es más complicado. Hay muchísimo nivel en esta Liga ACB y por eso hay que intentar aprovechar cada oportunidad de ganar cualquier partido. Jaume (Ponsarnau) nos lo repite mucho, que cada victoria es muy cara y muy importante para nosotros. Es muy difícil ganar en esta competición.
En el plano personal, es el líder del equipo en anotación, asistencias y valoración. ¿Está en el momento más fino de su carrera?
—Yo diría que sí estoy en mi momento de mayor madurez y confianza. Me siento bien en la pista y creo que estoy tomando buenas decisiones. Reconozco que no estoy tirando demasiado bien, sobre todo de tres puntos, y espero mejorar en ese aspecto, pero estoy contento con mi juego.
¿Ha cambiado lo que le pide Ponsarnau de lo que le pedía Mumbrú?
—Lo de este año es distinto porque estoy jugando solo como base. La pasada temporada jugaba como escolta y eso te exige cosas diferentes, pero al final lo que debo hacer es tomar decisiones sobre la cancha. Yo soy un base anotador, no soy un base tradicional. Cuando creo que tengo que tirar, tiro, y cuando creo que tengo que pasar, paso. No pienso mucho más.
No debe ser fácil tener que cambiar de posición cada curso, pero el pasado ejercicio se adaptó bien al puesto de escolta y este año al de base.
—Al final, en el baloncesto de hoy en día muchos equipos juegan con dos generadores, que es lo que hacemos nosotros. Ya no es como antes, que el base dirigía exclusivamente y el escolta tenía la función de anotar. Como te he dicho, yo me considero un base anotador. Me encanta jugar de base, pensar en mis compañeros, pero también me gusta tirar.
Es su tercera campaña en Bilbao y se le ve muy consolidado. ¿Cómo analiza la evolución de su juego?
—Después de unos años duros en Estudiantes, tomé la valiente decisión de irme a Polonia, me salió bien y me permitió poder venir aquí. El primer año tuve momentos buenos y malos, lesiones, covid… No fue un año fácil para mí ni para el equipo porque casi descendimos. Hubo muchos altibajos. La pasada temporada creo que jugué mejor. Sobre todo fui más regular. ¡Creo que fue el único año de mi carrera en el que seguí con el mismo entrenador dos campañas seguidas! Eso me ayudó a saber lo que el técnico quería de mí, todo fue más fácil e hicimos un muy buen año. En verano decidí renovar porque estoy muy a gusto en Bilbao y esperaba coger un rol más importante. Jaume me lo ha dado. Estoy jugando más minutos y tengo mucho el balón en mis manos.
¿Trabaja mucho con Javi Salgado durante la semana?
—Yo mantengo mis rutinas de trabajo de siempre. Cada día hago tiro extra y entrenamientos de movilidad y luego, normalmente dos veces por semana, hago trabajo específico con Javi.
Un debate habitual. ¿Jugar competición europea ayuda o pesa a un equipo como el Bilbao Basket?
—Depende de cómo utilices la competición continental. Para los jugadores siempre es positivo, es más divertido jugar partidos y es un aprendizaje. Hay un desgaste físico, pero aprendes de los partidos, de competir, puedes probar cosas… De momento, creo que nos va bien. Además, este año no se juega todas las semanas sino cada quince días y eso nos deja tiempo para entrenar. Yo lo veo positivo.
El domingo, derbi contra el Baskonia. Un partido especial, pero también difícil. ¿Qué espera de esta cita?
—Espero ese Bilbao Arena especial que nos da muchísimo. Será un partido difícil porque Baskonia está en un gran momento. Tendremos que hacer un partido muy bueno para poder competir. Tienen jugadores muy buenos y con gran confianza.
Muchos buenos jugadores y la mayoría concentrados en las posiciones exteriores. Darius Thompson, Markus Howard si puede jugar y, además, llega Pierria Henry…
—Los exteriores son top. Tenemos que hacerles el partido incómodo, jugar una gran defensa y ojalá tengamos más acierto en ataque que en Lugo.