Xavi Rabaseda fue campeón de España junior en 2007 con el Barcelona en el torneo que se jugó en Barakaldo y ahora cierra un círculo quince años después. “Solo he sido una vez campeón de España y fue aquí y la verdad es que lo he recordado con cariño estos días cuando he ido a los centros comerciales, jaja. Ahora estoy en el Bilbao Basket y muy contento de haber tomado la decisión de venir”, comentó poco después de que Rafa Pueyo asegurara que le quiso fichar cuando fue entrenador del equipo.

El alero de Ripoll fue campeón del mundo hace tres años y ahora, con 33 y una familia que defender, llega en plena madurez a un equipo en el que debe aportar su calidad para esas cuestiones menos brillantes que “cualquier entrenador necesita y quiere. Es un jugador que comete pocos errores”.

En su presentación oficial en la sede de Lin3s, uno de los socios tecnológicos del Bilbao Basket, Rabaseda espera quitarse “el mal sabor de boca que quedó la temporada anterior en Burgos”, aunque él siempre pone por encima el rendimiento del equipo. “Es fundamental que nos sintamos un buen grupo, que seamos capaces de luchar el uno por el otro, y poner el equipo por delante de lo personal. Los equipos de Jaume Ponsarnau siempre son una piña y en ese proceso estamos”, aseguró el catalán, que espera que la concentración de este fin de semana en Oporto sirva al grupo para “reforzar la química y dar un paso adelante como grupo. Creo que nos va a venir muy bien ese convivencia”.

De todas formas, Rabaseda comentó que el trabajo en Miribilla “está siendo bueno. Nos faltan aún dos jugadores, aunque el partido del otro día nos dio pistas de dónde tenemos que seguir trabajando y mejorando. Estuvimos bien en la primera parte, con ritmo y acierto, pero luego nos quedamos encallados ante su defensa porque hay cosas que todavía no tenemos asentadas”.

El nuevo hombre de negro espera también que el público ejerza un papel importante porque “siempre que venías de visitante sentías envidia de ese ambiente tan especial que se crea”. La ilusión con que arrancó el Bilbao Basket la temporada recibió un mazazo en el amistoso de Laredo y la plantilla ha sido puesta a prueba tras la lesión de Andrew Goudelock, “que ha sido un palo para todos porque era el máximo anotador del equipo y un jugador que estaba ya muy integrado y difícil de reemplazar. Además, fue en una jugada sin aparente peligro”. “Entre todos tenemos que animarle para que vuelva lo mejor posible y animarnos porque hay que seguir preparándose”, indicó.

EL MEJOR POSIBLE

En este sentido, el director deportivo aclaró que el club está en el mercado desde el mismo domingo en busca del relevo de Goudelock, que aún tiene que pasar por quirófano y que “está muy tocado anímicamente porque había venido en muy buena forma y muy motivado”. Su lesión ha dejado un hueco muy grande. Pueyo apuntó que el club tratará de encontrar “el mejor jugador posible” dentro de sus limitadas posibilidades económicas. El hecho de que quede aún un mes para empezar la temporada da margen para buscar sin prisa.

“Buscamos un perfil similar al de Andrew porque igual es imposible. Pero no tiene por qué ser un escolta, puede ocupar otro puesto. Eso sí, necesitamos sus puntos. Dentro de la mala noticia que supone su lesión, tenemos tiempo hasta el inicio de liga para incorporar a un nuevo jugador”.