AS seis primeras jornadas de la Liga Endesa sirven ya para descifrar el comportamiento de los equipos, para atisbar sus señas de identidad después de una pretemporada en la que cada uno trató de ocultar sus bazas. Pero ahora las cartas están boca arriba y marcados los argumentos en busca de las victorias. En el caso del Surne Bilbao Basket, sus números ofensivos son mejores que los defensivos, algo que tampoco sorprende por las características de sus jugadores y buscar un equilibrio le permitirá encontrar una estabilidad en los resultados. Hasta ahora, los hombres de negro han sumado solo una victoria y estuvieron cerca en los tres partidos disputados fuera de casa en los que acabaron penalizados por errores propios.

El triunfo ante el Fuenlabrada llegó gracias a una explosión ofensiva en el último cuarto en la que fueron claros protagonistas Andrew Goudelock y Valentin Bigote, que son claramente las dos principales referencias ofensivas del Bilbao Basket, tal y como reflejan las estadísticas avanzadas extraídas de la web rincondelmanager.com. Álex Mumbrú habló antes de empezar la temporada de que en verano se buscó tener más generadores y una vez en marcha resaltó la importancia de tener varios focos ofensivos para no ser previsibles. El protagonismo que con el balón asumen el estadounidense y el francés ha hecho que los bases queden en numerosas ocasiones fuera de la creación de los ataques o tengan que aparecer en situaciones apuradas.

El técnico está apostando porque cualquiera de los exteriores, incluso Álex Reyes, pueda asociarse con los interiores en el bloque directo y eso puede generar en ocasiones cierto descontrol. En ese sentido, el fichaje de Rafa Luz sumaba a la plantilla a un base de perfil clásico, a un distribuidor que no se obsesiona con anotar. El brasileño lo está refrendando, aunque es uno de los bases de la liga que menos tiempo tiene el balón en sus manos. Eso sí, cuando lo tiene es para asistir a sus compañeros en casi un 30% de las ocasiones.

La llegada de Luz llevaba en teoría a Ludde Hakanson al puesto de dos, aunque el sueco, que está mostrando una mejorada versión en defensa, está jugando muchos minutos de base, como ante el Fuenlabrada cuando compartió cancha con Goudelock y Bigote. En este contexto, el peso ofensivo del sueco y de Jonathan Rousselle ha decrecido después de que la temporada pasada ambos sufrieran para sostener a un equipo que dependía mucho de ellos en la creación de juego y a ambos les lastra, de momento, para buscar sus tiros sus malos porcentajes en el lanzamiento de tres, por debajo del 30%. En este sentido, el Bilbao Basket está siendo un equipo atípico en una campaña en la que, tras seis partidos, tres de los cuatro máximos anotadores son bases y los jugadores con más uso son bases o pívots que participan en las distribución de balón.

Así, los citados Goudelock y Bigote componen junto a Ángel Delgado el triángulo en el que se sostiene el ataque del Bilbao Basket ya que anotan 36 de los 80 puntos del equipo. Sin contar a los bases, la Minimamba es el jugador de la Liga Endesa con mayor uso del balón. Un 32% de las posesiones del equipo las finaliza el estadounidense cuando está en cancha y un 31% lo hace con un lanzamiento propio. En el caso del francés, acapara un 30% de los ataques y en un 26% acaba él, lo que le sitúa en el séptimo lugar entre los exteriores de la Liga Endesa. Dado el alto volumen de posesiones que asumen Goudelock y Bigote, la fluidez del juego del equipo mejorara en la medida en que consigan involucrar a sus compañeros y se avanzara hacia otro de los objetivos de Mumbrú que es tener varios focos ofensivos. Porque en estas seis jornadas, el Bilbao Basket no llega al 50% en canastas convertidas después de asistencia.

A nivel colectivo, los números muestran claramente el margen de mejora de los hombres de negro. Son el octavo equipo en eficiencia ofensiva, esto es puntos anotados por cada 100 posesiones, pero el peor en eficiencia defensiva, en puntos recibidos. Ello es consecuencia de ser el equipo que más triples, doce por partido, y más puntos por posesión concede a sus rivales dentro de un ritmo de juego que no está entre los más altos de la competición. La victoria ante el Fuenlabrada dejó la huella a seguir. En el último cuarto, el Bilbao Basket estuvo muy inspirado en ataque y eso le llevó a contener mejor a su rival. Y con el partido en el alambre, Goudelock y Bigote acertaron en las posesiones decisivas. Es la realidad de un equipo que cada semana debe buscar dónde cubrirse con la manta.

El estadounidense y el galo son dos de los jugadores exteriores de la liga que más posesiones consumen cuando están en la cancha

Luz está cumpliendo las expectativas, mientras que a Rousselle y Hakanson les está lastrando hasta ahora su mal porcentaje en los triples