El Bilbao Basket cumplió ayer con lo que puede convertirse en una tradición. Hace un año no pudo ser por culpa de la pandemia, pero por segunda vez la plantilla recorrió ayer martes Bilbao en uno de los buses turísticos que dan a conocer la ciudad a quienes la visitan. Siete de los hombres de negro (Luz, Goudelock, Bigote, Masiulis, Delgado, Galán y Withey) son nuevos esta temporada en el equipo y, como recordó Álex Mumbrú, no han tenido mucho tiempo por la exigencia de la preparación para recorrer algunos de los lugares emblemáticos de la villa.

Esta iniciativa forma parte de aquello que se llama entrenamiento invisible, en la que se ejercitan aquellos aspectos que dan cohesión a un grupo humano. “Los equipos se hacen cuando los jugadores se adhieren al lugar en el que están, cuando conocen dónde están viviendo y para quién están jugando y por qué. Esto nos une y forma parte de nuestra pretemporada en la que tratamos de coger lo que nos falta para tratar de llegar al inicio de temporada en las mejores condiciones”, comentó el técnico del Bilbao Basket.

Fue un paseo más corto de lo previsto porque la plantilla tenía otros compromisos con la ACB, pero fue un tiempo de relajo suficiente para que los jugadores, con alguno de los que ya llevan tiempo en Bilbao ejerciendo de cicerones, cambiaran impresiones sobre algunos de los puntos emblemáticos que divisaron desde lo alto del vehículo como la Iglesia de San Antón, la Ribera, el Teatro Arriaga, el Arenal, el Ayuntamiento o Miribilla, barrio que todos tienen más o menos controlado porque la mayoría residen en él. “Bilbao es una ciudad muy cómoda, en la que todos te tratan muy bien cuando estás por la calle y es importante que los jugadores lo sepan y lo comprueben por sí mismos cuando tengan días libres”, añadió Mumbrú para agradecer la iniciativa de Alfonso Gil, concejal de área de Movilidad y Sostenibilidad, que junto a la presidenta del club Isabel Iturbe ejerció la representación institucional.

Por lo demás, la pretemporada del Bilbao Basket transcurre dentro de la normalidad, con algunos jugadores tratados con micha precaución por culpa de algunos problemas físicos que no deberían apartarles del inicio de la competición. Hasta ahora, el balance es de dos victorias ante el Burgos y el Pau Orthez y dos derrotas ante el Breogán y el Zaragoza, pero Mumbrú señaló que no hay que hacer “mucho caso a los resultados porque no sabes a qué nivel están los demás, cómo están entrenando... Además, todos estamos escondiendo cosas hasta que empiece la competición y por eso es difícil valorar”. El entrenador de los hombres de negro apuntó que el trabajo va enfocado como prioridad a “conseguir ser un equipo” y manifestó su gran deseo y el de sus jugadores para las próximas semanas y el primer duelo en casa ante el Zaragoza: “Parece que la cosa de la pandemia va mejorando y por eso estamos deseando ver Miribilla, al menos, parcialmente lleno”.

La afición del Bilbao Basket, o una pequeña parte de ella, ya ha tenido la oportunidad de ver a su equipo en los amistosos más cercanos y este próximo domingo tendrá otra en Santurtzi con motivo de la disputa de la Euskal Kopa. Álex Mumbrú aseguró que este duelo ante el Baskonia “es importante porque hay un título en juego, aunque parezca menor. Pero representamos a Bilbao y Bizkaia y nuestra obligación es intentar hacer un buen partido y ganarlo”. Seis días antes de empezar la Liga Endesa ante el Joventut, este derbi “va a ser una buena piedra de toque para ver a qué nivel estamos antes de comenzar la temporada y dónde somos capaces de llegar”.