Una vez cumplidos los diez días de aislamiento en sus respectivos domicilios que establece el protocolo de actuación en caso de detectarse un brote de covid-19, los componentes del primer equipo del Bilbao Basket regresan hoy a los entrenamientos para tratar de preparar de la mejor manera posible, atendiendo a las circunstancias, su durísimo esprint final de cinco partidos en doce días en el que se jugarán la permanencia en la Liga Endesa. La vuelta al trabajo no será al completo. Regimantas Miniotas, Arnoldas Kulboka y Ondrej Balvin tendrán que estar ausentes al menos en la primera jornada de reactivación al arrastrar todavía síntomas del coronavirus. Se da la circunstancia de que las tres bajas se concentran en el juego interior, por lo que la entidad de Miribilla busca con urgencia un refuerzo en el puesto de pívot. No será finalmente Vasilis Kavvadas, cinco griego de 29 años y 2,05 metros de altura del Iraklis con el que se había negociado en las últimas jornadas, pues la operación se fue al traste ayer por cuestiones personales.

A tres victorias de la salvación, que pueden ser incluso más dependiendo de lo que haga el Movistar Estudiantes en su duelo de mañana ante el Obradoiro, el Bilbao Basket conoce desde el jueves su exigente hoja de ruta que le obligará a jugar cinco partidos en doce días (miércoles contra Herbalife Gran Canaria, sábado Urbas Fuenlabrada, martes 18 de mayo Hereda San Pablo Burgos, jueves día 20 Real Madrid y domingo 23 Joventut) después de un prolongado periodo de inactividad, con lo dañino que eso es a estas alturas del ejercicio. Su último partido data del 25 de abril (derrota en Valencia) y desde entonces el trabajo de los jugadores, al menos el de aquellos a los que el covid-19 ha tenido libres de síntomas, se ha limitado al ejercicio físico que han podido realizar en sus respectivos hogares. El regreso a Miribilla y el trabajo que allí podrá desarrollarse entre hoy y el martes tendrá que ser progresivo y muy cuidadoso. En el apartado táctico y de trabajo cinco contra cinco, no ayuda en absoluto el hecho de empezar ya con tres ausencias, concentradas todas ellas además en las posiciones más cercanas al aro.

En esas circunstancias, no es de extrañar que la entidad de Miribilla busque el fichaje urgente de un pívot. Y es que a la incertidumbre de saber cuándo y en qué condiciones de salud podrá contar con Balvin, Miniotas y Kulboka se le une el hecho de que no les puede esperar demasiado, pues los dos duelos de la semana que viene son ya vitales y pueden marcar la diferencia entre mantener vivo el hilo de esperanza o poner rúbrica al descenso. El problema para el conjunto vizcaino es que a estas alturas de curso el mercado, con muchas de las competiciones aún en juego en la fase más decisiva, no ofrece demasiadas posibilidades apetecibles en cuanto a que la operación sea asumible económicamente y que el jugador no haya estado demasiado tiempo inactivo y prácticamente pueda acumular minutos nada más bajar del avión. En las próximas horas debería haber fichaje o será ya difícil que se produzca.