“No hay tiempo para largas celebraciones. Estuvimos contentos después de ganar en Murcia, pero desde que regresamos a Bilbao estamos ya centrados en el próximo partido, que es importante también. Tenemos que mirar hacia adelante”. Regimantas Miniotas personaliza el espíritu con el que el Bilbao Basket afronta este final de curso de la Liga Endesa con la permanencia en juego. El conjunto vizcaino firmó el domingo un éxito tan revitalizante como vital, pero sigue ocupando posiciones de descenso y el sábado afronta en Miribilla (18.00 horas) una nueva final contra el Baxi Manresa.

El ala-pívot lituano ha destacado este martes el planteamiento del partido realizado por el cuerpo técnico como una de las claves del triunfo. “Llevamos semanas, incluso meses, entrenando realmente bien y esta vez mostramos en cancha nuestro trabajo. Estuvimos preparados. Sabíamos que el Murcia era un equipo duro y respondimos de la misma manera, lo que nos ayudó mucho”, ha afirmado, reconociendo que eran conscientes de que los de Sito Alonso iban a apostar en algún momento de la contienda por elevar la temperatura de los acontecimientos en cancha: “Sabíamos que en un momento dado ellos iban a intentar endurecer el partido y estábamos preparados para ello. Por eso digo que el plan de los entrenadores fue perfecto. Teníamos que concentrarnos en el juego y no en las peleas. Sabíamos que iban a tratar de provocarnos y activar ese tipo de juego y que nosotros debíamos centrarnos en el baloncesto y en el trabajo que habíamos hecho a lo largo de la semana”.

El duelo contra el UCAM Murcia es ya historia y en el horizonte más inmediato asoma la visita del Baxi Manresa. “Espero un partido duro, no habrá ninguno sencillo en todo lo que nos queda por delante”, ha reconocido Miniotas. Sobre el equipo dirigido por Pedro Martínez, ha señalado que “es un buen equipo que juega muy bien a baloncesto. Como en cada encuentro, nosotros tendremos que estar concentrados en nuestro juego, en las cosas que trabajamos. Estoy seguro de que los entrenadores volverán a preparar muy bien el partido y tendremos que ser fieles a nuestras reglas. Si lo hacemos así, pasarán buenas cosas”. En opinión del lituano, el espíritu de lucha sin cuartel del equipo volverá a ser fundamental tanto en este duelo como en la complicada singladura hacia la salvación: “Esa es nuestra principal virtud, que nunca nos rendimos. Todos peleamos por los compañeros, todo el mundo guarda las espaldas a los demás. Queremos dar lo mejor de nosotros mismos en cancha y luego ocurrirá lo que tenga que ocurrir. Vamos a intentarlo, no vamos a rendirnos en ningún momento”.

UN TIPO FELIZ

A Regimantas Miniotas, un tipo serio en cancha y también casi siempre fuera, se le ha dibujado una sonrisa en el rostro cuando se le ha cuestionado sobre su experiencia en los meses que lleva en Bilbao, donde llegó a finales de noviembre procedente del Prienai de su país. “Por supuesto que estoy feliz de estar aquí, es el mejor lugar en el que he estado nunca. Yo también me río, aunque quizás vosotros no lo veáis porque en los partidos siempre estoy concentrado. La ciudad es preciosa y todo es perfecto: el pabellón, los entrenadores, he oído que los aficionados están locos por el equipo… Estoy contento de haber venido aquí y estoy deseando seguir jugando aquí”, ha apuntado, lamentando que las circunstancias de la pandemia le hayan privado de disfrutar del calor de la ‘marea negra’ en los partidos de Miribilla: “Nunca he podido jugar delante de nuestra afición, pero sería una ayuda tremenda para nosotros. Espero que la próxima temporada sea como antes y volvamos a tenerles de nuestro lado”.

El interior lituano ha reconocido que los minutos de juego que está teniendo le hacen sentirse “contento porque eso demuestra que el entrenador confía en mí, algo que es muy importante. Si juego muchos minutos quiere decir que estoy haciendo un buen trabajo y eso es satisfactorio”, ha afirmado, aunque no ha querido hacer mucho hincapié en su aportación individual. “Probablemente sobre mi juego podría hablar más mi entrenador, pero doy lo mejor de mí en beneficio del equipo. Esto es un deporte de equipo y lo más importante es ganar partidos. Eso es lo que quiero y no me importan demasiado mis estadísticas individuales”, ha dicho de manera tajante. En este sentido, ha dejado un ejemplo de forma de entender este deporte de forma colectiva cuando se le ha preguntado sobre la exigencia que genera entre los ‘hombres de negro’ saber que en cada partido Álex Mumbrú debe dejar un jugador fuera de la convocatoria, algo que hasta el momento han sufrido Jaroslaw Zyskowski y Arnoldas Kulboka: “Eso obliga al resto a dar el 100%. Sería injusto no hacerlo teniendo a un compañero sentado sin poder jugar. Todos intentamos darlo todo para demostrar que el entrenador ha elegido muy bien. Dar el máximo de cada uno es fundamental”.

LA DUREZA DE LA ACB

Lo que no ha escondido es que la ACB ha superado sus expectativas en lo que a competitividad se refiere. “Esperaba que esta liga tuviera un nivel alto, pero no tan alto. Cada partido es muy duro, no hay equipos débiles. Tienes que estar preparado y concentrado en cada encuentro porque cualquier equipo está capacitado para dar sorpresas. Me gusta”, ha reconocido.