¡Qué bien sienta el sufrimiento cuando después de padecerlo se acaba conquistando el éxito tan ansiado y necesario! Esa fue la sensación con la que acabó el Bilbao Basket cuando puso el lazo en Murcia a una victoria que es pura vida. Los hombres de negro caminan sobre el alambre desde hace semanas en esa complicada aventura que es la lucha por la supervivencia en la Liga Endesa y ayer dieron un paso importante, vital, para conseguir su objetivo. Y lo hicieron sufriendo, resolviendo en la prórroga -con brillantez y autoridad en ese tiempo extra, eso sí- un duelo que tuvieron casi siempre controlado pero que cerca estuvo de irse por el desagüe en el acto final del tiempo reglamentario. Es lo que tiene la presión, el verse obligado a ejercer de funambulista prácticamente sin red de seguridad, siendo consciente de que cada derrota puede ser ya prácticamente un nuevo clavo en el ataúd.

Los hombres de negro dominaron el choque con aplomo y muchos tramos de juego brillante hasta el ecuador del tercer cuarto (34-49), revivieron tras un contundente fundido de plomos (46-49 tres minutos después), llegaron con un 57-69 a falta de siete minutos del final del tiempo reglamentario, pero se hicieron un lío al ver tan cerca la meta. El mismo equipo que antes había hecho tantas cosas bien para hacer que el UCAM Murcia casi siempre se sintiera incómodo en cancha empezó a empequeñecerse, a mostrarse temeroso. Pérdidas y malas decisiones en ataque dieron alas a los de Sito Alonso, que se pusieron por delante en el marcador por primera vez con el 73-72 a 2:08 de la conclusión. Fue también la última. El conjunto vizcaino no se dejó ir, tuvo incluso balón para evitar la prórroga (Jaylon Brown no metió un tiro de media distancia en un ataque final demasiado poco elaborado), pero en el tiempo extra, cuando parecía que los anfitriones, sin tanto en juego desde el punto de vista clasificatorio, podían llegar con mejores sensaciones, dieron carpetazo al asunto por la vía rápida. Parcial de 0-9 en dos minutos y medio con Brown echándose el equipo a la espalda (acabó con 24 puntos) y victoria que sirve para ceder el puesto de colista al Acunsa GBC y dibujar un tridente de equipos con siete triunfos junto al Coosur Betis y el Urbas Fuenlabrada, con los bilbainos en plaza de descenso.

El conjunto vizcaino supo hacer valer sus recursos para tumbar a los de Sito Alonso, cuya esperada fogosidad física se hizo esperar hasta el último cuarto porque el Bilbao Basket le hizo el partido incómodo. Hasta ese momento, el duelo se movió bajo los parámetros que marcaron los hombres de negro, quienes cogieron vuelo en el primer cuarto merced a sus magníficos porcentajes en el tiro, alimentaron una magnífica distancia de seguridad mientras supieron mantener activo a Ondrej Balvin, titánico en las distancias cortas (14 puntos, 11 rebotes, 29 de valoración), pero se complicaron la vida cuando aparecieron tres problemas: los fallos en los tiros libres, las pérdidas de balón, algunas de juzgado de guardia, y el abuso del triple. El UCAM Murcia quiso renacer gracias a los defectos de su rival, pero el Bilbao Basket, aunque zozobró por momentos, fue capaz de no hundirse.

El conjunto vizcaino arrancó el duelo dominador gracias a la puesta en escena de Zyskowski actuando como cuatro. A los de Sito Alonso les costó aterrizar y cuando los hombres de negro empezaron a fusilar con acierto desde la larga distancia el marcador no tardó en romperse. El 15-28 con el que concluyó el primer cuarto fue música celestial para los de Mumbrú, pero su sinfonía ofensiva no fue eterna. De hecho, inauguraron el segundo acto con tres pérdidas y tardaron más de cuatro minutos en anotar, pero la defensa hizo su trabajo. Las constantes vitales del partido cambiaron, dibujando un panorama mucho más trabado para ambos bandos a la hora de ver aro. Los triples de Jok acercaron al Murcia (29-37), pero entre Brown y Balvin, brillantes, hicieron que el encuentro llegara a su ecuador con un interesante 29-41.

En la reanudación, los visitantes, pese a sus fallos en los tiros libres, se estiraron hasta el 34-49, pero el abuso en el triple renunciando a penetrar a canasta hizo que el Murcia se recuperara con un 12-0 en tres minutos. John Jenkins y Hakanson hicieron renacer a los suyos con un 0-9, pero las faltas absurdas mantuvieron vivos a los de Sito Alonso. Jenkins, con dos triples, y Brown parecían dibujar un panorama tranquilo con el 57-69 a siete minutos del final, pero nada de eso. El miedo a ganar amenazaba con atenazar al Bilbao Basket con el parcial de 16-3 que puso por delante al Murcia a 2:08 del final (73-72), pero la resolución de la cita acabó yéndose a la prórroga. Y allí no hubo más equipo que el de Mumbrú, que arrancó con un 0-9 espoleado por Hakanson y Brown para no volver a mirar atrás. Incluso estuvo cerca de poner a su favor el average particular, pero el triunfo ya fue gran recompensa.

1

Mumbrú decidió recuperar para la convocatoria al polaco dejando fuera a Arnoldas Kulboka. Además, le utilizó de inicio como ‘cuatro’.

2

El pívot brasileño fue el encargado de dar descanso a Ondrej Balvin, ya que Goran Huskic no jugó. Hizo un buen trabajo en los once minutos que estuvo en cancha.

3

El Bilbao Basket estuvo incluso cerca de recuperar el ‘average’, pero se quedó a dos puntos (63-73 en Miribilla).