El Bilbao Basket no fue capaz el domingo de firmar su tercera victoria consecutiva, lo que habría supuesto un paso de gigante en su lucha por la salvación, y perdió en la cancha del Movistar Estudiantes un encuentro en el que fue casi siempre por detrás en el luminoso, nadando en contra de la corriente, para acabar ahogado en la orilla (95-89). El conjunto vizcaino llegó a perder por 14 puntos pasado el ecuador del tercer cuarto (66-51), pero fue capaz de fabricar un final apretado (91-89 en el último minuto) en el que, sin embargo, no estuvo nada acertado. Un rebote ofensivo de los colegiales aprovechando la no presencia en cancha de Ondrej Balvin permitió un canastón decisivo de José Juan Barea y, en la siguiente acción, Ludde Hakanson recibió un tapón para dar carpetazo al asunto. Esta derrota, unida a las victorias del Acunsa GBC y el Coosur Betis, devuelve al conjunto vizcaino a posiciones de descenso.

Los hombres de negro acumularon demasiados minutos haciendo la goma, prácticamente todo el partido, y no estuvieron lúcidos cada vez que tuvieron la oportunidad de pasar a controlar el luminoso y trasladar la ansiedad a los de Jota Cuspinera. Los de Álex Mumbrú, con Balvin, Jaylon Brown y John Jenkins como tridente destacado, protagonizaron un trabajo destacado en el rebote ofensivo, pero les penalizó su falta de constancia, los 22 puntos encajados al contraataque por su lentitud a la hora de regresar a posiciones de retaguardia y sus pérdidas de balón perfectamente castigadas por el rival. Tampoco ayudó su 24% en triples. Su coraje y esfuerzo para competir hasta el final ante un rival con muchos recursos ofensivos fue encomiable, pero siempre fue un pasito por detrás.

La contienda arrancó con ritmo y acierto por parte de ambos equipos, con Estudiantes logrando ventajas mínimas impulsado por el juego uno contra uno de Barea, notable tanto ejecutando como a la hora de generar para sus compañeros. Sin embargo, el Bilbao Basket reaccionó gracias a su acierto fugaz desde la línea de 6,75 de la mano de Jenkins y Arnoldas Kulboka y consiguió darle la vuelta al luminoso (12-15). Pero fue un espejismo. Los porcentajes de los hombres de negro no tardaron en bajar, lo que unido a la escasísima energía con la que saltaron a cancha los jugadores de la segunda unidad permitió el despegue colegial con un parcial de 11-2 y Víctor Arteaga campando a sus anchas en la zona ante un blando Goran Huskic. El Bilbao Basket no logró ninguna canasta en juego en los cinco últimos minutos del acto inaugural, pero dos tiros libres del balcánico taponaron la vía de agua para el 26-20 al término de los diez primeros minutos.

El 6 de 18 en tiros de campo en ese inicio penalizó mucho a los visitantes que, sin embargo, volvieron a recuperar el rebufo de los de Cuspinera gracias a seis puntos seguidos de Brown. Pero al Bilbao Basket le faltó mayor control de las situaciones para darle la vuelta al luminoso, dando demasiadas alas al rival. En cada momento del segundo cuarto en el que estuvo en disposición de liderar el luminoso, algún error se lo impidió. Un triple sin sentido de Brown con el 28-26, dos pérdidas castigadas con mate y bandeja encajada con el 33-31, una bandeja que no tocó ni siquiera aro de Jonathan Rousselle con el 37-36... Así las cosas, Estudiantes, efusivo en defensa y metiendo manos por doquier, solo tuvo que aprovechar los errores de los de Mumbrú y el saber hacer de Arteaga en las distancias cortas para imponer su propuesta, aunque la muñeca de Jenkins hizo posible que el choque llegara a su ecuador con un 44-43 que dejaba todo en el aire.

Alfombra roja y reacción

En la reanudación, una mala puesta en escena del Bilbao Basket, con dudas en ataque y mal balance defensivo, puso alfombra roja para que los anfitriones firmaran un parcial de 9-0 en menos de dos minutos. Hakanson trató de sujetar a los suyos atacando a Barea, pero la retaguardia de los hombres de negro hizo aguas y un par de dos más uno de Edgar Vicedo desquiciando a Jenkins colocaron un letal 66-51 a 3:56 de la conclusión del tercer acto. Pero los de Mumbrú no se desplomaron. Propulsados por Rousselle y sus penetraciones, firmaron un parcial de 2-13 para acercarse hasta el 68-64. Barea y Djurisic interrumpieron el intento de remontada desde la línea de 6,75, pero los hombres de negro no titubearon hasta colocar un esperanzador 74-73 con el último cuarto ya en juego, aunque desaprovecharon otra posesión para ponerse por delante.

Alec Brown volvió a distanciar a los suyos, pero el dominio de Balvin cerca del aro dibujó otro final de infarto con el 86-85 a 2:41 de la última bocina. A partir de ahí, todo fue agonía. Un triplazo de John Roberson dio aire a los de Cuspinera, pero los de Mumbrú se volvieron a acercar hasta el 91-89 en el último minuto. Jackson falló un lanzamiento, pero Estudiantes conquistó otra oportunidad merced a un rebote ofensivo aprovechando la ausencia de Balvin en cancha y Barea anotó en el segundo final de la posesión tras una acción de pura calidad individual. Con 93-89 y 15 segundos en el reloj, Hakanson, héroe con su tapón siete días atrás contra el Betis, probó de su propia medicina en una jugada demasiado forzada y el Bilbao Basket acabó ahogado en la orilla después de mucho remar, regresando a puestos de descenso tras desaprovechar una de las posibilidades de triunfo más factibles que le quedaban.