Con el impulso de haber logrado por primera vez en todo el curso encadenar dos victorias consecutivas y haber abandonado los puestos de descenso, pero sin el más mínimo atisbo de relajación. Así afronta hoy (12.30 horas) el Bilbao Basket su visita a la cancha del Movistar Estudiantes, un rival directo por la permanencia a tenor de lo que marca la clasificación pero con mayor armamento, al menos por nombre, de lo que marca su balance de seis victorias, las mismas que los de Álex Mumbrú, y 16 derrotas, dos menos. El conjunto vizcaino quiere aprovechar la ola buena para seguir creciendo tanto en la tabla como en sensaciones, pero firmar su tercera victoria consecutiva no será nada sencillo, pues el cuadro colegial también afronta el choque desde un claro estado de necesidad, con solo dos éxitos en sus catorce últimos compromisos y un reciente cambio de técnico que ha otorgado el mando del grupo a Jota Cuspinera.Mumbrú deberá decidir si sigue dejando fuera de la convocatoria a Jaroslaw Zyskowski ante un rival con “dinamita en el perímetro”, según apuntó él mismo. Y es que no es en absoluto habitual que un equipo de la zona baja tenga en nómina a una batería exterior formada por John Roberson, Aleksa Avramovic, Edwin Jackson, Alessandro Gentile, que podría reaparecer hoy, y al recientemente fichado José Juan Barea, con catorce cursos de experiencia en la NBA y una capacidad resolutiva en momentos difíciles fuera de toda duda. Con lo acontecido en la primera vuelta muy fresco en la memoria -derrota por la mínima después de que Zyskowski fallara dos tiros libres en los segundos finales y Víctor Arteaga convirtiera un palmeo casi sobre la última bocina-, el conjunto vizcaino deberá seguir ofreciendo la versión solvente de los últimos compromisos y poner especial énfasis en la defensa exterior, donde Quentin Serron tendrá mucho que decir. Un tercer triunfo seguido sonaría a música celestial y dibujaría un horizonte más placentero para los hombres de negro.