- A la temporada 2019-20 del Bilbao Basket, absolutamente placentera en lo deportivo pero totalmente mediatizada por la interrupción provocada por la pandemia del covid-19, todavía le queda un giro de guion. Su bajada de telón competitivo se producirá teniendo como rival al jugador que este mismo curso ha sido el mascarón de proa de un proyecto que ha sorprendido a propios y extraños en su regreso a la élite del baloncesto estatal. Siempre que Luis Casimiro no decida dejarle fuera de la convocatoria, los hombres de negro se batirán hoy el cobre, sin nada en juego para ninguno de los dos equipos más allá de despedir el ejercicio con buenas sensaciones, con un querido enemigo, con uno de los suyos. Con Axel Bouteille, convertido ya en uno de los puntales de un Unicaja que tuvo en sus manos la oportunidad de ser semifinalista pero la dejó escapar.

Bouteille no era un desconocido en el panorama baloncestístico europeo antes de su aterrizaje en Bilbao. Sus actuaciones con el Limoges tanto en la liga francesa como en la Eurocup mostraban a un alero completo, con gran instinto anotador y un gran lanzamiento de tres puntos. Pero fue Rafa Pueyo, director deportivo del Bilbao Basket, el que se interesó por él antes que nadie y, con la ayuda de Álex Mumbrú, supo convencerle para dar el salto a la ACB vestido de negro. El acierto fue descomunal. Dentro de un ecosistema de juego que valora lo coral, el alero francés encajó como un guante y sin abusar del balón se convirtió en la punta de lanza de un equipo tan sorprendente como granítico, el encargado de jugarse las bolas más calientes. Y casi siempre con gran éxito. Su presentación en sociedad, 27 puntos en la jornada inaugural en la cancha del Tenerife, fue ya llamativa y a partir de ahí supo mantener una notable regularidad en su rendimiento ofensivo. Anotó 20 o más puntos en once de sus veinte duelos ligueros como hombre de negro, con un tope de 34 en la cancha del San Pablo Burgos, y solo en dos no llegó a los dobles dígitos. Además, su capacidad para resolver partidos quedó patente con sus dos triplazos ganadores, tan lejanos como bien defendidos, en los segundos finales de las visitas al UCAM Murcia y al Valencia Basket.

Además de su gran peso específico en la trayectoria deportiva del equipo, Bouteille acabó convertido también en un factor económico importante dentro del presente curso. Sus actuaciones habían generado ya el interés de varios de los equipos más potentes de la Liga Endesa y a finales de febrero el Bilbao Basket y el Unicaja alcanzaron un acuerdo para el traspaso del internacional francés por una cantidad considerable que permitió avanzar en el futuro calendario de pago de deuda que tiene programado la entidad de Miribilla así como cerrar este ejercicio sin sobresaltos pese a la importante merma de ingresos que provocaría semanas después de la operación en todas las entidades deportivas del planeta el parón competitivo provocado por la pandemia del covid-19. Por consiguiente, pocos jugadores, quizás ninguno, en la historia del club vizcaino ha sido más rentable en lo deportivo y en lo económico que Bouteille.

En el conjunto malagueño, el galo ha seguido rindiendo a un nivel notable. En esta misma fase final fue pieza fundamental en el triunfo ante el Joventut al acabar el encuentro con 28 puntos y el martes estuvo cerca de ser el héroe del partido ante el Baskonia. Metió dos triples en los compases finales, pero se jugó uno final, que falló, cuando aún quedaban unos preciosos segundos de posesión que el cuadro alavés acabó aprovechando para lograr el triunfo y el billete para semifinales.

Además, el encuentro de hoy servirá como fin de trayectoria como hombres de negro para varios jugadores que no seguirán en el club la próxima temporada, casos de Rafa Martínez, Sergio Rodríguez e Iván Cruz. Thomas Schreiner, lesionado, ya jugó su último encuentro con el Bilbao Basket y habrá que ver qué ocurre finalmente con Ben Lammers.

Cláusula. A falta de oficializar algunas operaciones, el Bilbao Basket tenía ya cerrada su plantilla de cara a la próxima temporada, pero ahora se encuentra con un problema que puede mediatizar la configuración de su proyecto. Tal y como adelantó ayer el periodista Chema de Lucas, el Alba Berlín está interesado en hacerse con los servicios de Ben Lammers. El pívot estadounidense tiene contrato en vigor para el próximo curso pero este dispone de una cláusula de salida baja, más que asumible para un conjunto como el alemán, que la próxima temporada volverá a jugar la Euroliga. Lammers ha rendido a gran nivel en su debut en la ACB y a sus 24 años es un jugador muy del gusto de Aíto García Reneses.