En un mundo cada vez más digitalizado, todos estamos expuestos a ser víctimas de un desalmado ciberdelincuente. Un mail con un enlace para obtener una irresistible oferta de trabajo, un sms que te alerta de que tu tarjeta bancaria ha sido bloqueada o un whatsApp de un supuesto hijo que ha sufrido un accidente y que necesita dinero son solo algunas de las técnicas utilizadas por los estafadores.

A estos fraudes hay que añadir otro si cabe más cruel y es el del estafador telefónico o scammer. El delincuente, en conversación telefónica directa con su víctima, trata de manipularla para hacerse con sus datos personales y bancarios y, en definitiva, con su dinero.

Un hacker habla por teléfono mientras maneja un ordenador portátil.

Una abuela 'de armas tomar'

Uno de los perfiles más vulnerables de estas estafas telefónicas son las personas mayores y la compañía británica de telecomunicaciones Virgin Media O2 se ha tomado la revancha. Ha desarrollado Daisy, una adorable abuelita creada con inteligencia artificial y diseñada para combatir a estos estafadores telefónicos. ¿Y cómo lo hace? Acabando con su paciencia y haciéndoles tomar de su propia medicina.

El objetivo inicial de este chatbot es recopilar datos sobre las técnicas que utilizan estos estafadores y cómo actúan. En la práctica, Daisy se ha convertido en el azote de los estafadores y su finalidad es hacerles perder tiempo (hasta 40 minutos) para que mientras tanto no puedan engañar a otras personas reales. 

Estereotipos

Esta adorable abuelita presenta los estereotipos más extendidos sobre las personas mayores y su relación con la tecnología, de forma que no hay nada que haga pensar a los estafadores que no hablan con una persona real

Cuando estos intentan convencerla para que aporte información personal o para que visite páginas web fraudulentas, esta adorable e ingenua octogenaria británica ofrece respuestas tan largas y confusas que sacan de quicio a sus interlocutores que se ven incapaces de lograr su objetivo.

"Mientras están ocupados hablando conmigo, no te pueden estafar, y seamos sinceros, queridos, tengo todo el tiempo del mundo", explica orgullosa la abuela en un vídeo de presentación publicado por O2 donde aparece personificada como una señora de pelo gris, con gafas y que vive sola en una típica casita inglesa con un gato.

En realidad, Daisy resulta ser una ancianita bastante menos ingenua y despistada de lo que parece ya que, para desesperación de sus interlocutores, da respuestas que poco tienen que ver con las preguntas, aporta datos bancarios falsos, finge no entender de tecnología o a veces se muestra más pendiente de su mascota o de sus familiares ficticios que de la conversación.

Listas de números

Si sueñas con añadir ya una Daisy a tu teléfono personal, debes saber que todavía no es posible. O2 ha creado para esta octogenaria un número de teléfono que está inscrito en listas de números de estafadores utilizadas por los delincuentes.

Esto significa que los delincuentes que intenten contactar a personas en Reino Unido pueden acabar llamando a esta ancianita. Ella responderá en cualquier momento, sin importar el día ni la hora, y conseguirá retener a los estafadores con conversaciones que no van a llegar a ninguna parte.

La empresa insta a sus clientes a que denuncien las llamadas y mensajes fraudulentos de forma gratuita al 7726 para que sean investigados. A través de este registro de números vinculados a estafas, las llamadas se redirigen a Daisy.

O2 creó el número de teléfono para Daisy y lo colocó en esas listas utilizadas por los estafadores, pero el chatbot ha sido creado por la agencia creativa londinense VCCP Faith. Combina varios modelos de IA, uno que escucha y transcribe las palabras del interlocutor y otro que genera la respuesta.

Un hombre discute por teléfono con su interlocutor .

Entrenamiento

A la hora de entrenar a esta IA, los creadores recurrieron al youtuber y experto en estafas digitales Jim Browning. Detrás de esta identidad se encuentra un ingeniero de software que se dedica a desenmascarar a estafadores y sus técnicas; busca centros de llamadas fraudulentas para devolverles el golpe. Todas las conversaciones reales que tenía grabadas sirvieron para entrenar la tecnología de Daisy, para que conociera los procedimientos de las estafas.

Con la creciente preocupación que existe por las estafas telefónicas, este tipo de iniciativas suponen un paso importante en el buen uso de la inteligencia artificial y, lo que es más importante, en la protección sobre todo de los colectivos más vulnerables.