La pregunta de cuánto tiempo es bueno pasar bajo el sol no tiene una respuesta exacta en minutos. La propia doctora lo deja claro desde el inicio en el vídeo que grabó para el podcast @tengounplanpodcast: “Es muy difícil, porque depende de dónde estás, depende del fototipo que tienes, es decir, de tu color de piel, y depende de la hora del día”, señala.

La radiación ultravioleta (UV) es beneficiosa porque ayuda a sintetizar vitamina D, esencial para los huesos y el sistema inmune. Sin embargo, es la misma radiación la que incrementa el riesgo de lesiones cutáneas, envejecimiento prematuro y cáncer de piel si la exposición es excesiva. Encontrar el punto de equilibrio es, por tanto, fundamental.

El índice ultravioleta como guía

Más que contar minutos, Ana Molina propone una referencia sencilla: el índice ultravioleta (UV), que aparece en las aplicaciones meteorológicas. “Todos tenemos móvil y en la aplicación de El Tiempo te dice un numerito que se llama índice ultravioleta. Va del 0 al 11, ¿vale? Por debajo de 0 a 3 no te tienes ni que proteger. De 8 a 11, la verdad, es que lo mejor es irte para tu casa”, explica.

Una mujer toma el sol en un banco de Donostia. Ruben Plaza

Este indicador mide la intensidad de la radiación ultravioleta en la superficie terrestre, teniendo en cuenta la hora del día, la altitud y la geolocalización exacta. Especialmente en verano y en las horas centrales del día, el índice UV alcanza valores muy altos, lo que implica mayor riesgo para la piel.

El papel del fototipo

La protección natural frente al sol no es igual en todas las personas. “No es lo mismo tener una piel más o menos blanquita que, por ejemplo, tener piel negra. La gente de piel negra es como si viniera con un fotoprotector solar aplicado ya de fábrica en torno a 8 o 10”, añade Molina.

Los dermatólogos clasifican la piel en seis fototipos según la facilidad para quemarse o broncearse. Una persona de piel clara y ojos claros puede sufrir daños cutáneos con menos tiempo de exposición que alguien de piel más oscura. Por eso, la recomendación debe adaptarse siempre a las características individuales.

Riesgos de una exposición excesiva

La Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) confirma que la radiación ultravioleta es un carcinógeno demostrado (capaz de causar cáncer). El cáncer de piel es actualmente el más común en el mundo: se estima que uno de cada tres diagnósticos de cáncer corresponde a tumores cutáneos.

En España, según datos de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), se registran más de 78.000 nuevos casos de cáncer de piel cada año. Una gran parte de ellos está directamente relacionada con la exposición solar acumulada, especialmente en la infancia y adolescencia.

Cómo aprovechar el sol de forma segura

Los especialistas coinciden en que el sol no debe evitarse por completo, pero sí gestionarse de forma inteligente. Exponerse a primeras horas de la mañana o últimas de la tarde, evitar las franjas de máxima radiación (entre las 12 y las 16 horas) y usar protección solar adecuada son prácticas clave.

Dos mujeres se protegen del sol con una sombrilla en Málaga. EP

Ana Molina lo resume con un consejo claro: “Convive con el sol”, pero hazlo con información y responsabilidad. Aplicar fotoprotector de amplio espectro, renovarlo cada dos horas y complementarlo con gorros, gafas de sol y ropa adecuada es la mejor forma de disfrutar del aire libre sin poner en riesgo la salud de la piel.

La dermatóloga insiste en que el problema no es el sol en sí, sino cómo nos relacionamos con él. El acceso a información como el índice UV en el móvil facilita tomar decisiones adaptadas al momento y lugar concretos. Con pequeñas rutinas de prevención, es posible disfrutar del verano y de los beneficios de la luz solar sin sumar riesgos innecesarios.