Hacerse un tatuaje es una tendencia que no para de crecer década tras década, sobre todo en los jóvenes. Esta técnica surgió en el siglo VIII en China, donde se les empezó a marcar con tinta permanente en la piel a los criminales como una forma de castigarlos. Desde entonces, los tatuajes empezaron a hacerse famosos en Italia, Suecia, Estados Unidos, Australia, Argentina, España, Dinamarca, Reino Unido, y así sucesivamente hasta abarcar el mundo entero.

Su crecimiento es tan continuo que, los tatuajes, siendo expresiones artísticas bellas, creativas y atractivas por sus diferentes estilos, colores y técnicas, son difíciles de proteger en verano porque cada tatuaje se emplea con un método distinto. Existen los tatuajes de líneas o delineados (define el contorno del dibujo del tatuaje en la piel), de letras o Lettering (escribe palabras o números en la piel con una fuente tipográfica concreta), con sombras (se aplica con tinta negra para lograr las sombras oscuras), etc.

Protege el tatuaje en verano. Freepik

Además, con estas técnicas se pueden crear distintas figuras como una persona, un animal, una frase, etc. Es tan alucinante ver este mecanismo pegado en nuestra piel que sería una pena que se dañara o malograra fácilmente con el calor. Para prevenirlo, la Unión Nacional de Tatuadores y Anilladores Profesionales aconsejan esperar por lo menos un mes antes de exponer el tatuaje al sol porque podemos contraer infecciones en zonas delicadas como el lumbar, pies y ojos.

Por ejemplo, en el caso del lumbar, es imprescindible que las mujeres eviten tatuarse en esa zona porque cuando requieran anestesia con epidural no se le podrá aplicar, ya que al introducir la aguja pueden entrar partículas de tinta en la sangre y se eleva el riesgo de que estas vayan al sistema nervioso.

Se recomienda no tatuarse en el lumbar. Freepik

Por su parte, los profesionales también recomiendan aplicarse una crema cicatrizante con jabón neutro y agua durante aproximadamente dos horas al aire libre para dejar que el dibujo se cicatrice por completo. Esto ayudará a prevenir irritaciones, deformaciones de color y precisión en los tatuajes, ya que con tanto calor uno podría rascarse con facilidad y las probabilidades de que se infecte por bacterias son altas.

Por tanto, si tenemos pensado tatuarnos, lo ideal sería informarnos sobre sus cuidados y precauciones correspondientes para que el tatuaje de nuestros sueños perdure por mucho tiempo sin estropearlo en verano.