UNA de las expresiones más manidas a la hora de referirse al baloncesto español es aquella que habla de la Copa como un torneo donde las sorpresas son habituales. Poca realidad existe en ello, atendiendo a que en nueve de las últimas catorce ediciones Real Madrid y Barcelona se enfrentaron en la final. En cuatro de las cinco campañas restantes, hubo presencia de uno de los dos conjuntos, ganando siempre al rival de turno. Solo en el certamen del año pasado, en Badalona, el torneo del K.O. se hizo merecedor de cualquier etiqueta relativa a lo ajeno a lo ordinario. El Unicaja, que no figuraba como cabeza de serie, eliminó en cuartos de final al conjunto azulgrana, repitió actuación en semifinales frente a los blancos y acabó levantando el trofeo, el segundo de su palmarés, tras batir en la final al Lenovo Tenerife de Txus Vidorreta. En la edición que arranca hoy, en su Martín Carpena malagueño, los entrenados por Ibon Navarro defienden título en un cuadro de competición que permite la enésima final entre los de Chus Mateo y los de Roger Grimau. En su horizonte, desafiar a los grandes trasatlánticos futbolísticos y a la maldición del anfitrión, esa que reza que ningún equipo ha saboreado el éxito final en su cancha desde el Baskonia en 2002.

La competición arrancará esta tarde (18.00 horas) con el duelo entre el Real Madrid y el UCAM Murcia, uno de los equipos que recientemente ha sido capaz de superar al gigante blanco, que empezó el curso con 19 victorias seguidas y llegó a presentar un brillante balance de 33-2 entre ACB y Euroliga antes de caer en una fase más dubitativa en las últimas semanas, con una gran influencia de las lesiones sufridas por Walter Tavares o Sergio Llull. Con ambos recuperados y uniéndose a los Facundo Campazzo, Dzanan Musa o Vincent Poirier, los líderes de la Liga Endesa buscan un título que en sus últimas seis ediciones solo pudieron conquistar en 2020. Su primer rival, la escuadra dirigida por Sito Alonso, notable en lo físico y con Marko Todorovic muy bien metido ya en dinámica, aunque sin Ludde Hakanson y Simon Birgander. A las 21.00 horas llegará el turno del Dreamland Gran Canaria-Valencia Basket, con dos exentrenadores del Surne Bilbao Basket como Jaka Lakovic y Álex Mumbrú sentados en sus respectivos banquillos. Los insulares, pese a perder de forma sonrojante la pasada jornada en la cancha del colista Palencia, están completando un sobresaliente curso, mientras que los taronjas, que tropezaron también en Bilbao, tienen la presión de no despedirse del torneo a las primeras de cambio por cuarto año seguido.

El viernes (18.00 h.) se estrenará el Barça con el Baxi Manresa como primera piedra en el camino. Los de Pedro Martínez se han colado de manera sorprendente en el torneo y, sin nada que perder, buscarán crear problemas con su juego centelleante. La presión en este caso reposa sobre los hombros de los de Grimau, irregulares pero rebosantes de armamento y muy peligrosos en este tipo de eventos cortos, con cuatro títulos en las últimas seis ediciones. Los cuartos de final se cerrarán con la reedición de la final del año pasado. Los anfitriones, segundos en la Liga Endesa, no podrán aprovecharse en esta ocasión de volar por debajo del radar y tendrán la responsabilidad de no caer ante su público en su puesta de largo ante los de Vidorreta y su tradicional fórmula del éxito: la conexión Marcelinho Huertas-Giorgi Shermadini y un buen cuerpo de triplistas.