Lointek Gernika 66

Estudiantes 54

LOINTEK GERNIKA BIZKAIA: Wojta (20), Spreafico (14), Williams (9), Da Silva (4), Ariztimuño (6) -cinco inicial- Cvitkovic (8), Meskonyte (3), Buch (2).

MOVISTAR ESTUDIANTES: Pulliam (6), Fingall (14), Méndez (10), Bilie Massey (2), De Santiago (5) -cinco inicial- Estebas (2), Eraunzetamurgil (4), Espín (0), Beckie Massey (9), Mollenhauer (2).

Parciales: 17-18, 26-36 (descanso), 50-46 y 66-54.

Árbitros: Martins (POR), Maret (FRA) y Van Slooten (NED). Sin eliminadas.

El Lointek Gernika Bizkaia logró ayer miércoles una victoria cuyo valor puede ir más allá de suponer un buen paso adelante en la fase de grupos de la Eurocup. Las vizcainas vencieron al Estudiantes, su rival directo, por doce puntos después de llegar al descanso diez puntos por detrás y haber dado la imagen de equipo alicaído, tocado moralmente y con poca intensidad. Sin embargo, todo eso cambió en la segunda parte, las jugadoras de Anna Montañana salieron con una actitud mucho más valiente y agresiva y dieron la vuelta a un negro panorama hasta tal punto que en esos veinte minutos fueron las madrileñas las que parecieron un conjunto entregado y sin respuesta.

Las bajas de Sandra Ygueravide por lesión y Chanel Mokango por normativa dejaban la rotación del Lointek Gernika en solo ocho jugadoras y afectó a la manera de afrontar el partido. En el afán de protegerse de las faltas, hizo muchas concesiones por falta de intensidad que el Estudiantes aprovechó. Incluso dio la impresión de que la diferencia era escasa porque las visitantes perdonaron muchas acciones de ventaja. Las gernikarras habían cometido doce pérdidas que permitieron a las colegialas sumar quince puntos ante un balance defensivo desordenado, cedieron ocho rebotes de ataque para recibir ocho puntos y estuvieron cinco minutos sin anotar en el segundo cuarto. Su defensa en zona no funcionó y el Estudiantes tomó una renta muy peligrosa.

Pero algo se dijo en los vestuarios de Maloste que tras el descanso el equipo fue otro totalmente distinto. La reacción tuvo un primer nombre como protagonista. Itzi Ariztimuño asumió la responsabilidad en el puesto de base en solitario, como en un baloncesto de otros tiempos, y sin descanso elevó el listón defensivo y dirigió las operaciones en ataque. Brooque Williams abrió el tercer cuarto con un triple que desató la tormenta. Julie Wojta y Laura Spreafico cogieron los galones y un parcial de 15-4 en poco más de cinco minutos colocó al Lointek Gernika por delante (41-40).

La defensa colapsó la circulación de balón y cerró todas las vías de anotación al Estudiantes, que comenzó a perder balones, y a fallar tiros, pero ahora el rebote solo tenía color morado. Al ritmo que marcaba Ariztimuño, las gernikarras recuperaron la confianza y el ritmo, pese a que el Estudiantes quiso rebajar las revoluciones con una defensa en zona. Las de Montañana tuvieron paciencia para buscar sus opciones, sabiendo que el paso de los segundos les beneficiaba. Firmes en defensa para dejar a su rival en solo 18 puntos en la segunda parte, olieron la sangre y alcanzaron el ecuador del último cuarto con diez puntos de ventaja (58-48) mientras la gente de Maloste invitaba a ir a por más. El Lointek Gernika lo intentó y, de hecho, llegó a colocarse con catorce puntos de ventaja, algo impensable en el descanso.

La distancia final resulta muy jugosa para el partido que cerrará este fase de grupos y en el que estará en juego ese segundo puesto, el único posible por la superioridad del Venecia. Pero estos dos equipos volverán a enfrentarse este sábado en la Liga en una historia diferente. El Lointek Gernika llegará reforzado por un triunfo rescatado desde el orgullo y el carácter de un equipo azotado por las lesiones, pero que no se resigna a su mala suerte.