BLAKE Dietrick (Wellesley, Massachusetts, 1993) fue la gran apuesta del Lointek Gernika de esta temporada. Un fichaje para confirmar el paso adelante del club. La primera jugadora que llegaba directamente después de haber concluido una temporada en la WNBA. La calidad de la estadounidense estaba asegurada, pero siempre quedaba la pequeña duda de la adaptación, cómo iba a acoplarse la jugadora a un nuevo rol y a vivir al otro lado del Atlántico. Sin embargo, a su llegada Dietrick sorprendió con su facilidad para formar parte de la cultura gernikarra desde el primer día. Lo hizo chapurreando varias palabras de castellano y no paró de esforzarse para aprender más y más hasta entender con cierta comodidad el idioma. Sacrificio fuera de la cancha y dentro de ella. En sus primeros partidos, la escolta no destacó especialmente por su capacidad anotadora, algo habitual en las jugadoras americanas, si no por sus cualidades defensivas y su enorme facilidad para aportar en todos los aspectos del juego poniendo al equipo siempre en primer lugar.

Dietrick disputó la pasada temporada al completo con las Atlanta Dream y consiguió por fin un puesto fijo en un equipo tras su paso anecdótico por varias franquicias de la WNBA. “Me sentí honrada por estar en el equipo porque hay cientos de jugadoras en el mundo muy buenas y ser elegida es increíble. Ahora tengo que trabajar duro y mejorar para mantenerme, que es también muy complicado”, cuenta. En ese trabajo por encontrar la mejora continua, la estadounidense quiso venir a Gernika para ampliar su experiencia. Lo hizo con ese halo de expectación que acompaña a los grandes fichajes, pero desde el primer día quiso demostrar que era una más, que su papel no era el de estrella: “Está claro que me gusta anotar y dar asistencias, pero cualquier cosa que pueda ayudar al equipo me importa y no tiene que aparecer en las estadísticas. Para mí el equipo es lo más importante y si lo está haciendo bien significa que yo estoy haciendo mi trabajo”.

Otro de los rasgos alabados por la afición gernikarra es la cercanía que transmite la estadounidense. Desde el primer día quiso integrarse en el pueblo y conocer más de su cultura. “Esto mejora mi propia experiencia y la de la gente que viene a ver los partidos. Disfruto más de mi vida aquí de esta manera, en vez de estar todo el día viendo Netflix y hablando solo en inglés. Quiero ser parte de todo, no solo del baloncesto”, explica. Dietrick tiene la pequeña ventaja que estudió “castellano de pequeña y ahora intento hablarlo con mis compañeras”. Eso le ayuda a sentirse mejor y encontrarse muy cómoda en la villa foral: “Me encanta Gernika y la gente. Es un pueblo pequeño, pero con mucha vida. La gente es encantadora y enérgica. Además mis compañeras son increíbles”.

Esto no quita que la estadounidense no eche de menos su hogar. Las experiencias en Europa no son siempre sencillas y la diferencia horaria hace que comunicarse con la familia sea algo complicado. “Es duro. Este verano he jugado en Atlanta, que está lejos de Boston, y mis padres no tenían mucho tiempo para venir a verme. Espero que pronto vengan a visitarme a Gernika y eso estará genial”, declara. Sus familiares, eso sí, “ven todos mis partidos aunque tengan que levantarse pronto”. Y a la hora de comunicarse Dietrick también tiene una forma particular de hacerlo. Algo diferente y atípico en estos días: “Escribo cartas a mano y se las mando. Es bonito recibir algo en el buzón y cuando está escrito a mano es más íntimo”.

Seguir invictas Dietrick quiere devolver el cariño recibido durante estos meses y para ello se plantea un ambicioso objetivo: “Me gustaría ganar la Liga DIA. Cuando lo digo me dicen que es una locura, pero tenemos un equipo muy fuerte y si continuamos así tendremos la oportunidad”. Para ello no fallar en ningún partido será necesario y hoy en Maloste (18.30 horas) tienen un choque ante el Ferrol que puede resultar peligroso. “No esperamos que sea un partido sencillo. Será un reto y tendremos que trabajar fuerte durante los cuarenta minutos. Si salimos suave, nos pueden sorprender”, comenta la americana. El Lointek Gernika buscará mantener su imbatibilidad en la competición domestica y Dietrick buscará aportar en todos los aspectos para dar otro triunfo más a esa afición que es “la mejor del mundo”.