Bilbao - Si algo ha tenido que interiorizar tanto el Bilbao Basket como su entorno en este amanecer de curso es que la LEB Oro es una competición con bastante más igualdad que la Liga Endesa, que sus clases sociales están mucho menos marcadas y difuminadas y que sacar adelante los partidos cuesta muchísimo esfuerzo sea quien sea el rival. Vamos, que dentro del calendario ni los picos son tan pronunciados ni los valles tan profundos. Eso sí, transcurridas ya ocho jornadas, prácticamente una cuarta parte de la temporada regular, empieza a quedar definido el ecosistema de la categoría de plata del baloncesto estatal. Por el momento, el conjunto vizcaino habita en la zona noble, con un notable balance de seis triunfos y solo dos derrotas, que tiene todavía más mérito si se tiene en cuenta que ha jugado contra todos los rivales ubicados entre los siete primeros clasificados, salvo el líder Palencia. Por contra, en las tres próximas jornadas se verá las caras contra tres de los cuatro últimos conjuntos de la tabla -Prat, Araberri y Cáceres-, lo que ofrece, al menos en teoría, una buena oportunidad de seguir consolidando con victorias un proyecto que todavía le queda margen de mejora.

De algunos se esperaba que estuviesen en la zona alta de la clasificación -Betis Energía Plus o Carramimbre Valladolid-, otros han protagonizado un arranque sorprendente -Levitec Huesca, Força Lleida y Liberbank Oviedo-, pero a todos les une el nexo de haberse medido ya a los de Álex Mumbrú, cuyas únicas derrotas han llegado precisamente ante béticos y oscenses.

El panorama cambiará radicalmente desde el sábado, ante escuadras que viven una situación completamente contraria. El Bilbao Basket visitará ese día al CB Prat, conjunto que marcha colista al haber sumado un solo triunfo en las ocho jornadas disputadas hasta el momento (en casa ante el Leyma Coruña) y la próxima semana ejercerá de anfitrión en el derbi vasco que le enfrentará el martes ante el Araberri y también el domingo con el Cáceres, equipos ambos cuyo balance tampoco es mucho más rumboso: 2-6. Se trata, por lo tanto, de una interesante oportunidad para seguir acumulando victorias y dar pasos a frente en el proceso de mejora que viven los hombres de negro desde el arranque de curso, con varias facetas a consolidar todavía como pueden ser su poca contundencia a la hora de arrancar los encuentros, sus pobres porcentajes desde más allá de la línea de 6,75 o su falta de instinto asesino a la hora de cerrar los partidos sin tener que llegar a sus compases finales con todo por decidir.

Además, estos rivales de la zona baja han sufrido recientemente cambios en sus estructuras. El base estadounidense Sam Light se desvinculó el domingo del Araberri, que incorpora a la plantilla al escolta junior Igor Gil. Por su parte, el Cáceres fichó la semana pasada al ala-pívot Cole Huff y ayer mismo hizo lo mismo con el escolta T. J. Sapp. Además, en el duelo ante los extremeños el Bilbao Basket no podrá contar con Kevin Larsen y Thomas Schreiner, que tendrán que jugar con Dinamarca y Austria respectivamente como consecuencia de las ventanas FIBA.