Como una carrera de obstáculos
Las lesiones han limitado al Valencia Basket y han obligado a Txus Vidorreta a revisar su manual casi cada semana
SI, como sostienen muchos, en el baloncesto está todo inventado, el Valencia Basket no habría podido competir esta temporada, se habría tenido que dedicar a otro deporte. Y es que Txus Vidorreta, en el que era el gran salto de su carrera, ni de lejos esperaba vivir una campaña como la que le está tocando gestionar en su primera experiencia al frente de un equipo que disputa de la Euroliga. La plantilla taronja, que el técnico bilbaino recogió como campeona de la Liga Endesa, estaba llamada a pelear de nuevo por los títulos y, de hecho, se llevó la Supercopa a finales de septiembre. Pero desde entonces las lesiones han sido una tortura en el vestuario de la Fonteta, un goteo constante que hizo que durante muchas semanas el equipo tuviera una media de tres o cuatro bajas al mismo tiempo y eso complicó hasta los entrenamientos.
“Está siendo muy duro, estoy perdiendo años”, confesó hace poco Vidorreta, que se ha visto obligado a inventar nuevas formas de llevar el grupo o, al menos, adaptar su idea inicial a lo que tenía disponible. El colmo llegó cuando se quedó sin bases, una posición en la que arrancó el curso con tres jugadores de garantías. Pero Antoine Diot, al que el técnico convenció para seguir en Valencia, se lesionó en la final de la Supercopa y no ha vuelto a jugar ni un partido, ni en la Liga Endesa ni en la Euroliga. Luego, cayó Guillem Vives, operado de un tobillo que le estaba dando guerra. Sergi García, que llegó desde Zaragoza, solo ha podido disputar tres encuentros lo que dejó durante varias semanas a Sam Van Rossom como único base sano. Pero el belga también sufrió una dura caída a finales de enero en un duelo de Euroliga ante el Khimki del que salió con tres vértebras tocadas y una lesión que parecía muy larga.
Aaron Doornekamp son los únicos jugadores que han podido participar en los 46 partidos que ha disputado el Valencia Basket esta temporada. El ex del Bilbao Basket Latavious Williams se acaba de estrenar tras superar una lesión en la tibia. Bojan Dubljevic, el MVP de la última final de Liga, se ha perdido diez partidos y aún pelea con una molesta tendinitis que exige muchos cuidados; San Emeterio, otro de los líderes del equipo, tuvo dos problemas musculares que le dejaron fuera de dieciséis choque: y Joan Sastre, que se fracturó un hueso de la mano en otra caída fuerte, apenas ha podido jugar la mitad.
Así, con Txus Vidorreta tocando madera cada semana, ha ido avanzando una temporada que ha exigido buscar soluciones continuamente, incluso para poder entrenar. Al margen de dar más minutos de los previstos a los jóvenes Hlinasson y Puerto, el técnico bilbaino encontró en Alberto Abalde a su director de juego de emergencia. Al jugador gallego, que llegó en verano desde el Joventut, le ha tocado cargar con una responsabilidad inesperada y lo ha hecho con buena nota, sobre todo en los partidos más recientes. Sin embargo, la ausencia de un puro base se ha notado en algunos duelos importantes, como en cuartos de la Copa ante el Tenerife, en el que los taronjas no dieron la medida.
Ahora que el Bilbao Basket le tiene que visitar el domingo, el conjunto levantino recupera efectivos. En el duelo de ayer de Euroliga ante el Baskonia fue el primero desde el 15 de noviembre que el Valencia Basket pudo contar con dos fichas profesionales y con sus tres cincos por primera vez en toda la temporada. Después de varios encuentros en que llegó a tener a un quinteto vestido de calle en el banquillo, ahora Txus Vidorreta, que ya ha escuchado algunos silbidos del público de la Fonteta como si pudiera hacer mucho más que competir lo mejor posible, tendrá que manejar la abundancia, recolocar los roles para la parte final del curso.
En la Euroliga, donde llegó a acumular diez derrotas seguidas, ha apurado sus posibilidades, pero se quedó ayer sin opciones de llegar al play-off tras ceder ante los gasteiztarras. Ahora el Valencia Basket tiene el objetivo de volver a la máxima competición continental a través de la Liga Endesa. Marcha empatado con el Barcelona y el Baskonia justo por detrás del Real Madrid y nada ha perdido. Por eso, el Bilbao Basket se encontrará un rival que está en construcción después de haberse reinventado durante cuatro meses. “Hay que aprender y adaptarse de nuevo”, resume Txus Vidorreta.