SI existe un género musical que tradicionalmente ha encontrado en Ezkerraldea suelo fértil para desarrollarse, ese es el punk, que desde su llegada desde las islas británicas en los años 80 ha dado un buen número de grupos exitosos con origen en el territorio histórico. Desde Eskorbuto hasta Porco Bravo, pasando por una innumerable lista de formaciones que han mamado del punk, y llegando por último a las Sexpeares, una banda barakaldarra formada en su origen por dos chicas, Belén (guitarrista y cantante) y María (batería), acompañadas ahora también por Aitor al bajo. Ellos han sido los encargados de fusionar punk y deporte con la creación de un himno para el Ausarta Barakaldo EST, club femenino de basket que, tras firmar una buena primera fase de Primera Femenina, afronta con la máxima ilusión -además de estrenar himno- la segunda fase del campeonato.

El himno surgió cuando el entrenador del Ausarta, Alberto Cea, se puso en contacto con las Sexpeares a través de Manu, cantante del grupo Porco Bravo. Las Sexpeares sintieron en aquel momento “el honor y la responsabilidad” de componer un himno para un club de baloncesto femenino. “Normalmente a los grupos no les encargan la creación de canciones tan concretas y por eso sentimos una gran responsabilidad”, afirma Belén, cantante y guitarrista del grupo. “Pero a la vez -añade- es todo un honor que nos hayan retado a componer el himno y estamos agradecidas”.

Belén y María también sintieron “una gran empatía” cuando se pusieron a componer la letra del nuevo himno del club. “Nos sentíamos muy identificadas con el equipo. Ellas son mujeres con un sueño difícil de alcanzar por vivir en un mundo, el de los deportes, en el que normalmente son los hombres el foco de atención; a nosotras nos ocurre lo mismo en cierto sentido, ya que el rock también está casi dominado exclusivamente por hombres”. Aitor aporta un detalle bastante ilustrativo en este sentido. “Más de una vez, al bajar del escenario, nos han llegado a decir: No lo hacéis tan mal para ser un grupo de chicas. Vivimos en una sociedad machista en que parece que la música, por lo menos el rock, no tiene espacio para las mujeres”. El paralelismo entre el equipo y la banda lo resumen María y Belén: “El deporte femenino no tiene público, al menos en Bizkaia. Nosotras tenemos más seguidores en México, Argentina o Estados Unidos que aquí. Es una muestra del machismo que hay en el deporte y, a la vez, del poco interés por los grupos locales”.