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El Bilbao Basket no puede dar la sorpresa ante el campeón, pese a sus buenas intenciones, y llega a otro parón fuera de la zona de ‘play-off’

Página en blancoFotos: ACB Photo/A. Villalba

Bilbao - Toca curar heridas, poner las vendas y tirar para adelante porque la visita al Real Madrid ya ha pasado y la derrota era lo más probable. Ahora toca esperar otras dos semanas sin competir para que el RETAbet Bilbao Basket pueda volver a cambiar la dinámica de derrotas en la que se ha metido. Como en la primera vuelta, a cuatro victorias seguidas han seguido tres derrotas en fila, en lo que parece un bucle infinito que complica las opciones de los hombres de negro de disputar el play-off. El Morabanc Andorra y el Estudiantes también perdieron, pero por detrás el Fuenlabrada igualó a victorias con los bilbainos y el UCAM Murcia puede aparecer como tapado a última hora en la disputa de la octava plaza después de vencer ayer al líder Iberostar Tenerife.

Las previas de partidos como el de ayer suelen estar cargadas de buenos propósitos, de declaraciones ambiciosas como una forma de autoconvencerse de que es posible coger en un renuncio y derrotar a estos equipos que se baten cada semana en la Euroliga y en la Eurocup. Esta temporada el Bilbao Basket solo ha sido capaz de encontrar las debilidades del Barcelona porque contra todos los demás no ha podido. Y esos son los duelos que marcan la diferencia en la zona media de la clasificación.

El Real Madrid había jugado el miércoles y el viernes, pero llegaba con el colmillo afilado para no ceder más terreno en la Liga Endesa. El equipo de Carles Duran quiso jugar a pecho descubierto y solo resistió hasta el descanso. Sorprende que el técnico dijera que sus jugadores se quedaron sin gasolina, aunque lo cierto es que los blancos se marcharon de forma irremisible en cuanto apretaron el acelerador. A cien puntos es casi imposible ganarles, menos aún en su cancha. El Bilbao Basket se despistaron dos minutos y medio al inicio del tercer cuarto, justo cuando Anthony Randolph se enchufó para anotar ocho puntos seguidos, y se apuntaron un parcial de 11-0 que mató el partido. Porque con Sergio Llull y Jaycee Carroll emulando a los Splash Brothers de los Warriors, Curry y Thompson, dar la vuelta al marcador era una quimera. Había que hacer demasiadas cosas bien.

Duran dijo también que el Bilbao Basket había defendido muy bien al base balear durante muchos minutos. Pero lo cierto es que no logró una de las premisas básicas ante este tipo de jugadores: reducirles los porcentajes. Llull tiró once veces a canasta, uno de los partidos que menos ha lanzado, y acertó nueve para alcanzar la mayor anotación de su carrera. Es verdad que encestó algunos lanzamientos que solo él puede meter, pero no se le puede permitir que anote tres triples seguidos en el primer cuarto, sobre todo cuando el Bilbao Basket acabó ese parcial con solo tres faltas en su cuenta. Y es que, por mucho que se diga de su condición de imparable, el jugador de Mahón llevaba hasta ayer en la Liga Endesa un 30% en triples.

Para sostener la pugna con el Real Madrid, hay que hacer muchas cosas bien. En el segundo cuarto, la defensa bilbaina mejoró, pero le falló el rebote. Los madridistas fallaron diez tiros y capturaron seis rechaces en la canasta del Bilbao Basket, lo que les permitió añadir oportunidades de lanzar en un día inspirado. Con esa sensación de haber remado mucho para avanzar poco, se llegó al descanso. En la segunda parte, Randolph encendió la mecha y el resto fue un festival de Carroll. En el global del partido, la defensa colectiva de los hombres de negro flaqueó para permitir otro récord al Real Madrid y es que, por primera vez en la historia de la Liga Endesa, dos jugadores del mismo equipo metieron siete triples cada uno de los 7 totales del conjunto madridista.

ataque irregular En el otro lado de la cancha, no hubo manera de compensar. El Bilbao Basket encontró 35 puntos con muy buenos porcentajes de sus dos cincos, cuatro más que en el partido de la primera vuelta ante el campeón, así que el problema no estuvo ahí si se pretendía, y se pretende habitualmente, jugar a marcador elevado. En ausencia de Scott Bamforth, Miha Lapornik empezó bien y metió tres triples, pero solo tiró cuatro veces, con lo que se perdió la oportunidad de comprobar si el esloveno habría alcanzado los 14 puntos de media del ahora lesionado.

Con todo, lo peor del partido fue ese “vete a la mierda, blandito”, dirigido a Buva, que se escuchó en el banquillo bilbaino a la llegada a un tiempo muerto y que, sin duda, seguirá presente cuando el equipo regrese a los entrenamientos. Los micrófonos son traicioneros, pero, en todo caso, no parece la mejor manera de solucionar los problemas y deja en evidencia al pívot croata, cuyas prestaciones y estilo de juego no deberían sorprender a nadie a estas alturas. Es aquello de que si necesitas una silla no compres una lámpara.

1. Valencia Basket241861.9811.792

2. Iberostar Tenerife251871.9431.782

3. Real Madrid241772.0781.857

4. FC Barcelona Lassa241771.9931.828

5. Baskonia241772.0311.868

6. Gran Canaria251782.1171.870

7. Unicaja241591.9691.873

8. MoraBanc Andorra2412121.9732.022

9. RETAbet BB2411131.8581.949

10. Fuenlabrada2511141.9662.081

11. UCAM Murcia2510151.9792.000

12. Estudiantes2510152.0082.054

13. Betis Energía Plus248161.8192.008

14. Divina Seg. Joventut258171.9002.015

15. Tecny. Zaragoza258171.9872.115

16. Rio Natura Monbus247171.8102.004

17. ICL Manresa254211.8452.139