Gasteiz - Sito Alonso asumió con serenidad y deportividad el durísimo varapalo que sufrió el Dominion Bilbao Basket en el derbi del Buesa Arena. “Quiero felicitar sinceramente al Laboral Kutxa porque ha hecho un partido soberbio. No recuerdo una avalancha tan grande, unos primeros veinte minutos tan fantásticos por energía y por acierto”, reconoció el técnico del equipo bilbaino, que “se colapsó” ante ese gran inicio de los baskonistas y siempre fue “tarde, dos o tres pasos por detrás en cualquier situación que queríamos intentar”. Los hombres de negro intentaron meterse en el partido “de forma errónea, impulsados por la rabia y la rabia no ayuda a tomar buenas decisiones”. “Teníamos que habernos serenado, hacer las cosas más fáciles y más en equipo cuando a ti todo te sale mal y al contrario, todo bien”, lamentó Alonso. “Parecía que ellos no habían jugado hace 48 horas porque tenían mucha más energía”, asumió.
El entrenador del equipo bilbaino dedicó un apartado de su rueda de prensa a censurar los gritos contra Mumbrú y Hervelle que se volvieron a escuchar en el recinto gasteiztarra. “Cuando nosotros ganamos yo a mi afición le pido respeto y eso no ha ocurrido. Somos vecinos y no nos merecemos eso, menos dos jugadores tan emblemáticos. Estas cosas no son necesarias porque se puede disfrutar de la victoria sin faltar”, afirmó. Por si cupieran dudas, Sito Alonso aclaró que “el arbitraje no tuvo nada que ver en el resultado”, antes al contrario dijo que su equipo fue “muy blando” y que “no merece la pena hablar de algo que no sea el gran juego que ha hecho el Baskonia”.
En definitiva, la derrota no debe caer en el olvido, sino que “hay que tenerla muy presente para dar importancia a las victorias que henos conseguido, ante el Baskonia por ejemplo en Miribilla”. “Ahora ellos nos han puesto en un lugar en el que hemos de reaccionar. Estamos entre los ocho primeros, pero la mejora individual y de grupo nos debe venir de una disciplina más fuerte”, concluyó.
Velimir Perasovic
El análisis del entrenador del Laboral Kutxa fue bastante sencillo de inicio: “El público nos ha llevado en volandas”. “Hemos empezado muy bien, con orgullo, con mucha intensidad y agresividad en defensa y velocidad en ataque para lograr canastas fáciles. Eso nos ha permitido coger una ventaja que al final ha sido decisiva”. “Después del primer cuarto ya no ha habido más partido y lo hemos sacado adelante más fácil de lo esperado”, admitió el entrenador croata, que participó de la fiesta previa junto a sus excompañeros del equipo campeón de la Recopa en 1996. “Son gente a la que aprecio mucho. Al principio, le ha puesto pegas, pero me he emocionado por ver a gente que no veía desde hace veinte años”, explicó.