bilbao - Tautvydas Slezas es el cuarto jugador lituano que se viste la camiseta del Bilbao Basket después de Ronie Seibutis, Mindaugas Lukauskis y Antanas Kavaliauskas. Este último también era pívot, una posición que puede llevar a confusión cuando se habla del país báltico. Hay un nombre fuera de concurso, inalcanzable, para cualquiera que quiera compararse: Arvydas Sabonis. Lituania fabrica jugadores de muchos perfiles, también pivots, y tras el Zar quedó un vacío a nivel internacional que trataron de llenar Eurelijus Zukauskas o Gintaras Einikis.
Ahora su principal exponente es Jonas Valanciunas, pívot titular de los Toronto Raptors. Por debajo de él, están todos los demás. En un segundo escalón estarían los hermanos Lavrinovic, Robertas Javtokas o el propio Kavaliauskas, gente ya veterana que aún suele completar las convocatorias de la selección, junto a Domas, el hijo de Sabonis, que apunta alto. Y luego habría un tercer escalón en el que se puede incluir, por ahora, a Arturas Gudaitis, a Tautvydas Slezas o a Ovidijus Galdikas, al que quiso el Bilbao Basket en verano y que va a seguir el camino inverso al del nuevo hombre de negro: de la ACB, el Gran Canaria, va a bajar a la LEB, al Breogán Lugo.
El pívot del equipo vizcaino fue importante en las categorías inferiores de Lituania y quizás pueda alcanzar algún día el equipo absoluto. De su misma generación es Donatas Motiejunas, el jugador de los Houston Rockets que, lo mismo que Paulius Jankunas, tiende más a ser un cuatro que un cinco clásico como es Slezas, cuyo radio de acción se limita a las inmediaciones del aro. Si con alguien se le puede comparar es con Marijonas Petravicius, que fue el MVP de la Final Eight que el Bilbao Basket disputó en Turín en 2009.
En la ACB han jugado otros pívots lituanos como Gintaras Einikis, Martynas Andriuskevicius, Virginius Praskevicius, Darius Songaila o Robertas Javtokas. Pero el nuevo jugador del Bilbao Basket aún tiene mucho recorrido para alcanzar carreras similares. Tras formarse en la Academia de Sarunas Marciulionis y dejar el Lietuvos Rytas con 18 años, nunca ha jugado a un nivel tan alto como el que se va a encontrar en la Liga Endesa. Sito Alonso está convencido de que sus virtudes en el rebote y en el pase pueden ser muy aprovechables en esta fase de la temporada y que sus carencias desde el tiro libre, en lo que se parece a muchos de los jugadores citados, mejorarán con trabajo. Por tanto, el Bilbao Basket ficha a un jugador sin experiencia en la élite, pero con mucho margen de mejora que tendrá buenas pruebas de fuego nada más llegar.