ÓSCAR Raya (Navarclés, 1989) se define a sí mismo como un “viajero” del baloncesto, un hombre acostumbrado a hacer las maletas y conocer una nueva casa cada año para poder vivir del deporte. Una situación que cada vez es más habitual entre los jugadores que compiten en las categorías LEB, que en verano viven pendientes del teléfono a la espera de una oferta que pueda ayudarles a seguir con su carrera. Entre tantas idas y venidas, el destino ha querido que el catalán haya recaído en Zornotza. La lesión de Moussa Kone obligó al conjunto dirigido por Mikel Garitaonandia a buscar un pívot sustituto y entonces ahí apareció el nombre de Raya, que en esos momentos se encontraba en Madrid a punto de comenzar la temporada con un equipo de EBA.

Raya reconoce que está “muy cómodo” en Amorebieta y busca seguir mejorando para “encontrar mi juego”. Un lugar al que llegó a última hora, con la temporada ya empezada en la LEB Plata y obligado a adaptarse al equipo a marchas forzadas. “Ha sido un verano bastante atípico para mí. Tenía varias ofertas, algunas del extranjero, de Francia, Alemania... pero económicamente eran bastante bajas como para irse a vivir fuera. Al final acepté la de un EBA, pero estando allí me llamó Garitaonandia y, valorando todo, decidí venir a Zornotza”, cuenta Raya. El catalán estudió las propuestas llegadas desde el extranjero con cautela, tras haber vivido una mala experiencia en Francia y llegar a la conclusión de que “como en casa en ningún sitio”. “El año pasado estuve jugando en Les Franqueses francés y, tras hacer un buen año deportivamente, luego no se cumplieron las cosas pactadas. Además, conozco a otros jugadores que les pasó algo similar a mi caso. A algunos les bajaron al segundo equipo para que se fueran, les hicieron mobbing”, explica el actual pívot del Zornotza, que manda un consejo a los interesados en ir a jugar al extranjero: “Recomiendo que recojan toda la información posible antes y que no vayan a ciegas”.

Categorías inferiores Aunque antes de comenzar su peregrinaje por la península, Raya fue una de las promesas de su generación y fue convocado en más de una ocasión con las categorías inferiores de España, con los que consiguió tres medallas de bronce. “Es un orgullo y una gran responsabilidad, porque representas a toda la generación. Fue algo muy bonito”, recuerda el pívot de Navarclés. Dentro de ese grupo, el catalán pudo compartir minutos en la cancha con jugadores contrastados en la actualidad como Ricky Rubio, Pablo Aguilar o Xavi Rabaseda, entre otros. “Ha sido una generación buena. Igual no he dado el paso que han dado ellos, pero me siento orgulloso de lo que he hecho. Les admiro y, por ejemplo, con Rabaseda mantengo una buena relación de amistad, tras haber coincidido con él en las categorías inferiores del Barcelona. Ante todo, siento orgullo y una envidia sana”, declara. Su buen hacer le llevó muy pronto a la cantera azulgrana y fue quemando etapas poco a poco hasta llegar a entrenar con el primer equipo, a las ordenes de Dusko Ivanovic: “Es el top, lo más de lo más. Físicamente te exige el 200% y técnica y tácticamente más, es una gran experiencia”.

El Tarragona visita Larrea Por otra parte, el Zornotza recibirá mañana la visita del Tarragona (18.30 horas). Los zornotzarras quieren recuperarse del pequeño bache que atraviesan y lograr una buena racha que les permita volver a reengancharse a la batalla por los puestos nobles de la tabla. “La derrota de la semana pasada ante el Iraurgi por dos puntos nos dejó tocados, pero esto es el principio y confiamos que vamos a darle la vuelta”, afirma el catalán. El rival de los vizcainos llega a Larrea en la décima posición y con tres victorias en su haber, las mismas que cosechan los zornotzarras. “Es un rival duro, similar a nosotros, que sin tener mucha calidad, son muy guerrilleros. Por dentro son muy fuertes y tienen a David Mesa, un jugador que tiene mucha experiencia en las LEB, y Orion Outerbridge, un pívot con una media de 14 puntos”, añade.