EL pívot en el baloncesto es una de las posiciones más específicas. Los jugadores interiores necesitan más tiempo que las exteriores para exhibir todo su potencial. Un proceso que se realiza a fuego lento y en el que está metida de lleno Yaiza Lázaro (Bilbao, 1994). “Las interiores tardan más en ser mejores que las aleros. Dentro se necesita más fuerza y cuando eres pequeña el cuerpo no va. Luego, somos más descoordinadas y yo, por ejemplo, todavía me veo torpe. Pero aún me quedan muchas temporadas para poder mejorar”, explica la vizcaina, que a sus veinte años es una de las jugadores estatales más jóvenes en ocupar la posición de cinco y en cada partido debe fajarse con rivales mucho más experimentadas que ella: “Son todas o extranjeras o mayores que yo y se las saben todas. Al final intento pillar lo que van a hacer y escuchar lo que me dicen desde el banquillo y, sobre todo, Mario López, que es el que ha hecho el estudio de los rivales”.
Lázaro tiene en su equipo un par de buenos ejemplos a seguir: Britany Miller y Bernice Mosby. Dos de las mejores interiores de la liga que le quitan minutos, pero que a su vez le enseñan los secretos de una posición que está llena de trampas: “A mí me toca aprender de ellas en los entrenamientos y escuchar los consejos que me dan. Luego, a la hora de jugar, si tengo que darles descanso se lo doy. Soy la pequeña y eso es lo que hay, ya será mi turno para que me den los relevos a mí”, comenta Yaiza. Pero no solo de sus compañeras de posición está aprendiendo la bilbaina. Desde su llegada al Gernika hace tres temporadas procedente del Siglo XXI -centro de alto rendimiento situado en Barcelona-, Lázaro está inmersa en un continuo aprendizaje. “Vine aquí con 18 años y el progreso que he hecho ha sido bastante bueno”.
Unos resultados que en los últimos partidos están empezando a ver la luz. Hace dos jornadas, Lázaro realizó su mejor partido como jugadora del Gernika Bizkaia en el choque que les enfrentó al Campus Promete, terminando con 13 puntos en 14 minutos de juego y un total de 17 de valoración. Paso a paso, Yaiza se está ganando un sitio en la rotación interior gernikarra. “Al principio de la temporada no jugaba mucho, pero poco a poco estoy ganando confianza, tanto en mí misma como la que tiene Mario sobre mí. Cada vez lo estoy haciendo mejor y tengo más minutos. Estoy bastante cómoda en el equipo y todo está saliendo muy bien”, comenta.
La bilbaina reconoce que en ese salto de calidad la ayuda de sus compañeras ha sido decisiva: “Me lo ponen muy fácil, me ayudan y cuando tengo un despiste o lo que sea, siempre están ahí. Me animan y todo el equipo estamos volcadas las unas con las otras. Todo eso se nota en la cancha”. Un buen ambiente que también se traslada fuera del terreno de juego y hace que Yaiza no se arrepienta de la decisión de haberse decantado por venir a Gernika hace tres años: “Es una gran familia y he hecho muchas amistades. Además me han permitido dar continuidad a la apuesta por el baloncesto que hice de pequeña”.
Partido decisivo Con todo, el Gernika disputará hoy a partir de las 18.30 horas un partido clave en sus aspiraciones por entrar en el play-off ante el Cadí La Seu, rival que ocupa en estos momentos la cuarta posición de la liga. “Va a ser un partido duro y ellas tienen más que ganar porque actualmente ocupan el cuarto lugar. Nosotras saldremos con la intención de luchar como lo hemos hecho en todos los partidos de casa y además tendremos el apoyo de Maloste”, relata Yaiza. Un encuentro que llega después de la abultada derrota de las gernikarras ante el Girona (85-60). Sin embargo, la bilbaina apuesta por dejar de lado esa derrota y centrarse en lo que viene: “Cada partido es un mundo. Tenemos que olvidarnos de ese partido y seguir pensando en los que hemos jugado bien”. Todo ello con el objetivo de buscar el sobresaliente en una temporada que ya ha superado el aprobado con muchísima solvencia. “El objetivo principal era mantenernos y ahora estamos cuartas, si ganamos, quintas. Ni nos lo creemos. Ahora no podemos venirnos abajo y tenemos que terminar con buena cara para lo que hemos hecho quede reflejado en la clasificación”, concluye Lázaro.