bilbao. Los estadounidenses se dieron cuenta en 2006 de que tenían que tomarse de nuevo en serio sus salidas a las competiciones internacionales. Si el tercer puesto en el Mundial de Argentina de 1990 alumbró la idea de empezar a reclutar a jugadores de la NBA y formar el Dream Team, en el Mundial de Japón de 2006 la idea tocó fondo tanto desde el punto de vista deportivo como desde el punto de vista de la imagen. La selección de USA Basketball había caído en una cierta prepotencia, los rivales les empezaron a perder el respeto y los aficionados les veían como unos malos deportistas, capaces de despreciar la ceremonia del podio en Saitama que coronó a la selección española.
En el periodo entre los Juegos de 2000 en Sydney y los de 2008 en Pekín, Estados Unidos solo ganó el Preolímpico de 2007 en Las Vegas, una vergüenza para ellos por la que no quieren pasar. El sexto puesto en el Mundial de Indianápolis de 2002 fue un pecado de soberbia y el bronce en los Juegos de Atenas de 2004, una humillación, la gota que colmó el vaso de los rectores de USA Basketball, que desde entonces abanderan proyecto a medio y largo plazo de los que solo forman parte aquellos que realmente quieran estar presentes y aparquen sus egos en beneficio del colectivo.
Así, desde Pekín 2008 la selección estadounidense no ha perdido un partido, lleva 25 victorias oficiales consecutivas y ha recuperado el dominio que tuvo siempre. La victoria en el Mundial de Turquía de 2010 demostró que también les importa lo que no sean los Juegos Olímpicos y se han vuelto a ganar el favor del público desde el momento en que han entendido que deben esforzarse para ganar porque el baloncesto lo han inventado ellos, pero se juega muy bien en muchas partes del mundo.
Así, Bilbao verá a una de las mejores versiones posibles de Estados Unidos, un equipo muy joven y que liderará esa maravilla que es Kevin Durant, un tipo que aún no ha cumplido los 26 años. El mejor jugador esta temporada de la NBA fue el gran artífice del oro hace cuatro años en Turquía cuando demostró que también en el baloncesto FIBA es imparable por esa versatilidad que le permite jugar de espaldas y de cara al aro con la misma efectividad. Durant acabó ese torneo como mejor jugador tras firmar 22,8 puntos y 6,1 rebotes de media por partido y unos porcentajes de tiro escandalosos: 63,2% en tiros de dos, 45,6% en triples y 91,2% en tiros libres.
la importancia de 'coach k' Al margen de Kevin Durant, una persona está ejerciendo de pegamento de esta selección desde hace ocho años. Se trata de Mike Krzyzewski, técnico de la Universidad de Duke que se estrenó en el cargo en 2006 como sustituto de Larry Brown y que goza del máximo respeto por parte de unos jugadores tendentes al individualismo a los que ha hecho jugar como un equipo sin fisuras y comprometido en las dos mitades de la cancha. Por eso, Coach K decidió continuar hasta los Juegos de Río cuando su deseo era dejar la selección tras lograr el oro olímpico en Londres.
La lista de jugadores que pueden acompañar a Durantula hace la boca agua y garantiza un espectáculo del máximo nivel en el Bizkaia Arena. Completar un quinteto con Derrick Rose, James Harden, Paul George o Dwight Howard, por ejemplo, está al alcance de muy pocos. Si se les suma Kyrie Irving, Stephen Curry, Kevin Love o Blake Griffin la cosa no queda nada mal. Para abrir boca, los aficionados de Bizkaia pueden fijarse en el All Star Game del día 16 de febrero en Nueva Orleans. Muchos de los que estén en ese partido estarán también entre el 30 de agosto y el 4 de septiembre en Bilbao, todo un lujo para una cita histórica.