BILBAO
EL baloncesto argentino mirará mañana a Zaragoza donde tres representantes de Las Gigantes, como se conoce a la selección albiceleste femenina, disputarán un partido muy importante para la permanencia en la Liga Femenina. Cecilia Liñeira, uno de los puntales del Bizkaia GDKO, se reencontrará con la veterana Gisela Vega y la joven Melisa Gretter, integrantes del Mann Filter Casablanca, con las que participó el pasado verano en el Sudamericano y en el Torneo de las Américas. No son muchas las jugadoras argentinas que juegan fuera de su país y, por tanto, el duelo del Pabellón Eduardo Lalastra (17.00 horas) puede ser tomado como un acontecimiento. "Va a ser especial y bonito porque nunca nos habíamos juntado tres en el mismo partido", reconoce la jugadora bonaerense, que cogió el relevo en Galdakao de su compatriota Carolina Sánchez.
La alero del equipo galdakoztarra explica que el baloncesto femenino en su país está muy lejos del esplendor del de los chicos de la generación dorada. "No tiene nada que ver, no son comparables. No tenemos el mismo nivel, ya nos gustaría", suspira. La principal diferencia es que "el baloncesto femenino en Argentina en general no es profesional. La Liga no es profesional, los entrenadores no son profesionales, no hay extranjeras...", así que a las jugadoras que quieren hacer carrera no les queda otra que emigrar: "Puedes salir a Brasil o Europa". Aún con todo, Las Gigantes tomaron parte en el Mundial de 2006, donde estuvo Cecilia Liñeira, y sueñan, "como cualquier deportista", con alcanzar los Juegos Olímpicos de Río. "Estados Unidos y Brasil ya tienen ganada la plaza y puede haber otro hueco en América en 2015", señala.
Pero también es un sueño, un objetivo más bien, "consolidar al Bizkaia GDKO en la Liga Femenina" en su segunda campaña en Galdakao. Cecilia Liñeira pasó antes por Santiago de Compostela, Iruñea, con otro ascenso con el Obenasa, y Leioa "por lo que ya el frío y la lluvia los tengo controlados". La argentina, muy versátil, suele ser el termómetro de su equipo y admite que no se conforma "con haber llegado a la Liga Femenina con el Bizkaia GDKO".
"Siempre se puede aspirar a más y a hacer las cosas mejor", asegura una jugadora que, con 30 años, sigue siendo muy exigente consigo misma. Las principales diferencias que observa entre la Liga Femenina y la Liga Femenina-2 es que "ahora hay que trabajar mucho más la preparación de los partidos. Se juega más rápido y también las pivots son más altas. Por la crisis muchas buenas jugadoras se han ido, pero la Liga sigue teniendo un gran prestigio en Europa".
EMPEZAR DE CERO El Bizkaia GDKO llegará a Zaragoza tras romper la mala racha de derrotas, con la confianza recuperada e inmerso "en un proceso de reconstrucción". "Quiero pensar que con estos cambios vamos a dejar atrás todo lo que pasó y vamos a empezar de cero. Eso es lo que propone Estitxu -con la que compartió vestuario en el Obenasa Navarra- y lo que queremos nosotras. Tenemos un 2-6, pero hay que volver a empezar", reflexiona. En esa línea el choque ante el Mann Filter es "muy importante, pero cuál no lo es. Tenemos que competir, hacer nuestro trabajo y llevarnos la victoria". El rival es conocido ya que es ante el que el Bizkaia GDKO logró el ascenso "y por eso se piensa que es de esos que hay que sacar". Pero Cecilia Liñeira advierte de que "quizás nadie esperaba que hubiera tanta igualdad del tercero para abajo. Cualquiera puede meterse arriba o caer". Por eso, la receta para la permanencia es "tomarnos cada partido como una final y no perder la concentración, porque no podemos pensar que todos los días van a salir las cosas a la perfección, como ante el Bembibre". Al contrario, "habrá partidos muy cerrados, como el de mañana", al que mirarán desde Argentina.