bilbao. El Bilbao Basket jugará los dos últimos partidos de la primera fase de la Eurocup sin ningún colchón de seguridad. Después del triunfo ayer del EWE Oldenburg en la cancha del Cedevita Zagreb, los hombres de negro están obligados a ganar el próximo martes en Chalon y la semana siguiente en el Bilbao Arena a los alemanes para evitar la eliminación. Además, en función de otros resultados, podrían tener que superar los cinco puntos por lo que perdieron ante el Oldenburg para deshacer una igualada simple entre los dos. Si se produce un triple empate entre los germanos, el Cedevita y el Bilbao Basket, bastaría con un triunfo en la última jornada. Lo que está claro es que los de Rafa Pueyo tienen que vencer en Francia porque lo contrario podría suponer llegar sin ninguna opción al partido que cerrará un grupo en el que el Dinamo Sassari ya está clasificado para el Last 32. Por su parte, el Elan Chalon tiene aún alguna posibilidad, aunque no depende de sí mismo.

A esta situación de cara o cruz no debería haberse llegado nunca, pero el Bilbao Basket ha ido desatendiendo sus obligaciones en la Eurocup y las cuatro derrotas consecutivas le han puesto entre la espada y la pared, aunque aún depende de sí mismo. El último fracaso ante el Spirou Charleroi impide que el conjunto vizcaino pueda, salvo carambolas, aspirar a más allá del tercer puesto que en la siguiente fase le llevaría a enfrentarse con el Unics Kazan, el Cantú y el Zielona Gora o el Montepaschi Siena, si los grupos acaban como están ahora.

Hablar de esto puede parecer atrevido ahora mismo ya que el Bilbao Basket está lejos de transmitir fiabilidad y de ser un candidato a nada. Tras la derrota en Charleroi, no ha habido ningún pronunciamiento oficial más allá de las palabras del técnico una vez concluido el partido en las que, de alguna manera, censuró la actitud de su equipo. Se esperaba que el Bilbao Basket aprovechara esta fase del calendario para tomar la senda ganadora y aclarar su futuro inmediato, pero el inesperado resultado de Bélgica volvió a remover los cimientos del proyecto de esta temporada.

Mientras los rumores no hacen más que propagarse, los encuentros de los próximos diez días marcarán con seguridad el futuro de Rafa Pueyo en el banquillo de los hombres de negro. La ventaja para el entrenador es que sus jugadores saben que no hay margen de error en ninguna de las dos competiciones y en esas condiciones el Bilbao Basket siempre ha rendido mejor. O al menos lo había hecho hasta esta temporada en la que el equipo no ha hecho más que meterse en un lío tras otro.