Bilbao. La inoportuna lesión de Iñigo Sainz-Trapaga le llevó a tomar una de las decisiones "más difíciles de mi vida": poner su cargo a disposición de la directiva. El Bizkaia GDKO dijo adiós al entrenador que le convirtió en equipo de Liga Femenina y dio la bienvenida a Estitxu Ibarretxe. Un nuevo comienzo. Un cambio necesario que espera traer algo de luz al negro panorama de derrotas en el que se ve sumido el conjunto vizcaino. Pero el calendario no da tregua y a pesar de esta semana llena de alteraciones, el Bizkaia GDKO tiene que recibir hoy, a partir de las 19.00 horas, al Bembibre.

"Es un equipo que juega muy bien pero creo que podemos disputar el partido. Será una buena piedra de toque después de esta semana de entrenamientos, para ver que es lo que yo quiero hacer y cómo están saliendo las cosas", declaró Ibarretxe. Sin embargo, la clasificación aprieta y el Bizkaia GDKO debe empezar a sumar ya si quiere abandonar el fondo de la tabla. "Al asumir este cargo, sabía la responsabilidad que conllevaba, la situación en la que está el equipo, la dinámica de seis partidos seguidos perdidos y eso es lo que tenemos que intentar revertir. Para eso tenemos que seguir trabajando. No empezar, seguir", recalcó la nueva entrenadora del equipo.

Los resultados no acompañan al Bizkaia GDKO y las seis derrotas consecutivas parecen una losa demasiado pesada, pero Estitxu no duda de la calidad de sus pupilas: "Es un grupo creado con muchas jugadoras de mucho talento y calidad pero han entrado en una dinámica perdedora. Lo primero que tienen que hacer es recuperar la confianza porque pueden aportar muchísimo, como ya lo han demostrado".

Ibarretxe también tuvo buenas palabras para su predecesor al que calificó como una persona "valiente" debido a la decisión que había tomado y alabó sus días al mando del Bizkaia GDKO: "No soy quien para valorar a Iñigo. Los números y la trayectoria que lleva lo dicen todo".

Bembibre, un duro rival Después de una semana de cambios, el Bizkaia GDKO se tendrá que medirse con el cuarto clasificado, el Bembibre, que llega Urreta con Buch y Montenegro como sus principales referencias. El primer partido de la nueva era de las vizcainas.