Un cortejo fúnebre y tres sarcófagos al más puro estilo egipcio. Se venía hablando de ello hace semanas y se ha acabado haciendo realidad. El presidente de RTVE, José Pablo López, declaraba que solo cancelaría ‘La familia de la tele’ cuando “no diese más de sí”. Y parece que así ha sido.

Los excolaboradores del antiguo ‘Sálvame’ se han convertido ya en expertos de las despedidas. Primero ‘Sálvame’, después ‘Sálvese quien pueda', más tarde dijeron adiós a `Ni que fuéramos shhh’ y ahora al programa de La 1. Ya no dan abasto.

‘La familia de la tele’ emitió su último programa ayer, miércoles 19 de junio, tras dos intentos fallidos por inaugurar el programa (hubo que retrasarlo por la muerte del Papa y, después, por el apagón) y 32 efímeros capítulos. Recortes en el horario, cambios de colaboradores, quejas e intentos de cancelación… No se han dejado nada fuera. Se podría decir que su experiencia en RTVE ha sido corta, pero intensa.

Despedida faraónica

“En el Antiguo egipcio, burlaban la muerte y se preparaban para llegar al otro mundo, una vida eterna y feliz”, comenzaba narrando una voz en off como promesa de seguir adelante. Se despidieron de la misma forma que empezaron: con un desfile por Prado de Rey, pero con un toque diferente. Esta vez no había trajes icónicos, ni espectáculos, ni bailarines. Ahora, el escenario lo ocupaban tumbas, momias y tres sarcófagos en los que se escondían María Patiño, Víctor Sandoval y Kiko Matamoros.

“Nos vamos con la tranquilidad de haberlo intentado y habernos esforzado. Hemos disfrutado de nuestro trabajo”, decía María Patiño, mientras Javi de Hoyos se emocionaba. En Telecinco salieron por la puerta de atrás y en RTVE salieron con solo un 4,3% de cuota de pantalla, pero con un ramo de flores para cada presentador como agradecimiento por parte de la cadena. “Estos cuatro ramos son de parte de la dirección de RTVE por el trabajo que habéis hecho”. Belén Esteban también aprovechaba para dedicar unas palabras a su compañera Inés Hernand: “Ha estado siempre pendiente de mí”.

Si por algo se caracterizan los programas de los excolaboradores de ‘Sálvame’ es por la montaña rusa de emociones que experimentan y que contagian a los espectadores. Y ayer no podía ser menos. Del llanto pasan a la alegría y a la lluvia de zascas. “No nos ha dado tiempo ni al parto”, decía Lydia Lozano refiriéndose a Isa P. que empezó el programa con ocho meses de embarazo y aún no ha dado a luz. A esto se sumó el intento de Aitor Albizua por animar a sus compañeros (“no hay nada que esta familia no pueda conseguir”) y la respuesta por lo bajo de Belén Esteban: “Audiencias”. El broche de oro lo puso María Patiño, que con el caos al que ya nos tienen acostumbrados, se salió del sarcófago antes de tiempo pensando que el programa ya había finalizado.