bilbao. El Bilbao Basket ha tardado siete partidos, un mes y medio de competición oficial, en acabar con una de las apuestas que tan firmemente defendió en verano. Ayer por la mañana el club sorprendió con el anuncio del fichaje hasta final de temporada de Damir Markota, que vivirá su segunda etapa en Bilbao después de cumplir campaña y media entre 2009 y 2010. Casi nadie esperaba la llegada de un jugador del perfil del ala-pívot croata que ocupará, salvo giro en los acontecimientos, el puesto en la plantilla de Jackie Carmichael, que es la primera víctima del mal comienzo de Liga de los hombres de negro. El estadounidense no ha cuajado en absoluto, pero es que su estancia en Bilbao se ha reducido a poco más de dos meses.

Con Markota, que aún no ha cumplido los 28 años, el equipo bilbaino contará "con todo lo necesario para competir al más alto nivel", según Rafa Pueyo. El jugador de Sarajevo quedó libre tras acabar su contrato temporal con el Brose Baskets Bamberg "y ficharle era una buena oportunidad. Le conocemos, nos conoce, conoce el baloncesto ACB y europeo y tiene calidad y experiencia sobradas", añadió el técnico bilbaino. Las razones del fichaje no se ocultaron: "Los resultados en la Liga no están siendo lo que esperábamos y hay que buscar soluciones".

Pueyo cree que "es un muy bien fichaje porque Damir tiene calidad y una actitud muy positiva que nos va a ayudar. Nos tiene que dar solidez defensiva y en el rebote, cierta capacidad de anotación y su versatilidad le permite jugar con los otros pivots". La intención del entrenador es que Markota, que ha jugado la Euroliga en las últimas cuatro temporadas, pueda debutar mañana mismo ante el Dinamo Sassari si llega a tiempo el transfer internacional.

El jugador se mostró "contento y orgulloso de estar aquí de nuevo. Haber estado aquí antes me va a ayudar en esta situación", apuntó. Damir Markota confesó que en estos años ha madurado, aunque en esencia su visión del baloncesto no ha cambiado mucho. "Creo que en cada entrenamiento, en cada partido, en cada equipo, he mejorado como jugador y como persona. En estos cuatro años han cambiado cosas y he ganado experiencia, pero no ha cambiado mi deseo de trabajar duro para mejorar y ganar el mayor número de partidos", indicó.

una plantilla distinta De la plantilla que dejó solo quedan Mumbrú y Hervelle, "pero conozco a la mayoría de los jugadores de enfrentarme a ellos en otras competiciones. Son veteranos y creo que me ayudarán a integrarme rápido en los sistemas". Markota aseguró que no le interesa lo que ha pasado hasta ahora, pero se mostró convencido de que " este equipo tiene calidad suficiente para jugar un buen baloncesto y salir de esta situación. Nadie es capaz de jugar al máximo nivel durante diez meses, siempre hay altibajos".

La primera vez que Damir Markota llegó a Bilbao lo hizo para sustituir a Fred Weis y también en vísperas de un partido europeo. Ahora, como entonces, su incorporación hará que se muevan piezas en el juego interior ya que Germán Gabriel actuará más minutos como cinco. El croata no tendrá difícil mejorar los números de Carmichael, pero no parece que vaya a ser un revulsivo inmediato. Su trayectoria en los últimos años habla de un jugador de complemento a la sombra de otros jugadores más protagonistas y capaz de alternar momentos brillantes con ratos en los que pasa desapercibido. En la selección de Croacia que fue cuarta en el último Eurobasket él era el titular en el puesto de cuatro, aunque su aportación no pasó de correcta.

Pero la llegada de Markota tiene otras lecturas añadidas. En los últimos años el Bilbao Basket se ha caracterizado por ser un equipo muy estable. Solo ha llevado a cabo los cambios imprescindibles por lesión de algún jugador y siempre temporales. De hecho, la pasada temporada la misma plantilla empezó y acabó el curso, sin una sola variación. Este regreso del jugador croata revela errores en la configuración de la plantilla ya que Damir Markota estaba libre en verano. Entonces, el Bilbao Basket apostó por la llegada de un novato estadounidense, pero ha tenido que perder tiempo y dinero para dar con una fórmula que tiene que ser definitiva.

Rafa Pueyo negó que se esté planteando algún otro movimiento, "aunque este club, como todos, siempre está atento al mercado". Pero cualquier cosa puede pasar si no mejoran los resultados de manera inminente. Sobre todo porque lo que era lo mejor para el club hace solo unos meses ya no lo parece tanto y la confianza en las decisiones adoptadas ha durado lo que han tardado en acumularse las derrotas. "Esto es deporte profesional y ya sabemos que los resultados mandan, pero confío en que vamos a reaccionar", dijo ayer el técnico.