Hora de reaccionar

Bilbao. La implacable maquinaria en la que se había convertido el Gescrap Bizkaia se ha encasquillado desde el parón copero y, a pesar de que en la Euroliga los deberes se han completado de manera inmaculada, intachable, su puesta en escena en la Liga Endesa ha sufrido un importante retroceso, con tres derrotas que han descabalgado a los hombres de negro de los puestos de play-off. La producción ofensiva ha bajado enteros, también la velocidad de crucero de su juego ofensivo, la intensidad de su defensa y su entrada en los partidos. La derrota el pasado miércoles ante el Joventut fue un claro ejemplo de todo ello, por lo que Fotis Katsikaris y sus pupilos han hecho propósito de enmienda. Saben todos ellos que un buen puesto de cara a las eliminatorias por el título está muy caro, ya que faltan plazas para tanto candidato, y que cada partido debe ser jugado ya a cara de perro, sin hacer prisioneros. Es por ello por lo que la reacción no puede demorarse más, debe arrancar hoy mismo al amparo del Bilbao Arena ante un Mad-Croc Fuenlabrada guerrillero que exigirá a los anfitriones un baloncesto intenso y sin regalos si quieren salir vencedores.

Ante este panorama, y sin los lesionados D'Or Fischer y Roger Grimau -se espera que ambos empiecen a trabajar con el grupo la próxima semana-, el Gescrap Bizkaia debe recuperar hoy sus líneas maestras para retornar a la senda de la victoria. Intensidad defensiva, alegría en el juego atacante, solidaridad, reparto de roles... Los locales saben que son mortales cuando se comportan como deben y que alejarse de su hoja de ruta les complica la vida hasta el extremo, por lo que toca resetear lo realizado en los tres últimos compromisos ligueros para recuperar las sensaciones perdidas. Así lo piensa también un Katsikaris que espera asistir hoy al renacimiento del grupo humano que dirige. "No quiero decir que estamos en una crisis deportiva y de juego, pero las lesiones afectan mucho en el día a día. Teniendo la Euroliga, los play-offs y la temporada regular, que ahora mismo es nuestro principal objetivo, la exigencia de cada partido, el tener que estar al 100%, ha afectado al grupo. El equipo sabe la manera de salir de esta situación mediante el juego, porque mentalidad sí que hay. Esperamos que las cosas van a salir. Tenemos que recuperar nuestro juego y la confianza, algo que es muy importante en el baloncesto, empezando mañana (por hoy)".

En el rincón opuesto del cuadrilátero figura el Fuenlabrada, un especialista en milagros deportivos, un grupo humano que bajo la batuta de Porfi Fisac castiga cualquier error de sus rivales y que lucha a brazo partido por cada palmo de terreno. Sin nombres estelares, los Colom, Laviña, Penney, Mainoldi, Hall o Joseph forman un grupo compacto, conocedor de sus carencias y peleón como pocos. "El Fuenlabrada es un equipo muy peligroso. Está jugando mucho tiempo con los dos cuatros, que tienen mucha amenaza y crean mucho espacio para sus exteriores. Hacen un buen trabajo colectivo en defensa y nosotros tendremos que ser muy agresivos contra ellos, en el uno contra uno y las rotaciones. Tenemos que ser mucho más rápidos que ellos", opina Katsikaris.

Por su parte, Fisac tuvo también palabras de elogio para su rival de hoy, del que dijo que "es un equipo muy fuerte jugando de local, que controla bien el ritmo de juego gracias a dos bases de primerísimo nivel como Aaron Jackson y Raúl López. Además, cuenta con una línea exterior muy poderosa y jugadores interiores de calidad. Es una plantilla con experiencia que sabe estar en la pista".