bilbao. Posiblemente, la persona más tranquila ayer en el Bilbao Arena era Raúl López. Metió la canasta que decidió el partido, pero pareció que lo hiciera todos los días por la serenidad con que se lo tomó. El jugador catalán explicó que cuando el reloj aprieta de la manera que lo hizo ayer "no hay tiempo para pensar, hay que actuar rápido. A veces hay que intuir el mejor tiro y por suerte ha entrado". En todo caso, ese lanzamiento final es una suerte que López ejecuta habitualmente en los entrenamientos: "En el baloncesto todo se entrena, nada sale por sí solo. Es divertido ensayarlo y, a veces, ayuda".

El héroe del partido reconoció que "la reacción de los compañeros y el público es algo impagable". "Era uno de esos partidos que gusta jugar contra uno de los equipos grandes de Europa, el más fuerte del grupo. Teníamos ganas de competir y estamos contentos por haber acabado así", remató como si tal cosa.

como una bandeja Fotis Katsikaris abundó en las palabras de su pupilo. "Tenía claro que había que darle el balón. Quería que él decidiera. Para Raúl ese tiro es como una bandeja, lo hace en cada entrenamiento. Pero es la primera vez que tenemos suerte en esos tiros esta temporada", explicó Fotis Katsikaris tras ese final de partido que disparó la adrenalina en el Bilbao Arena. La canasta del base de Vic puso el colofón más brillante a "un partido feo en el que hemos aguantado como campeones y nos hemos negado a perder".

El técnico del Gescrap Bizkaia destacó la "espectacular defensa" de sus jugadores durante los 40 minutos. "Se han dejado la piel. Hemos dejado en cero a Andersen, una de sus grandes referencias, y ahí hemos empezado a ganar", apuntó. Katsikaris recordó que el Montepaschi Siena es "un equipazo que está muy acostumbrado a jugar partidos de este tipo". "No hemos tenido acierto y eso nos dejado sin fluidez", explicó el de Korydallos. Sin embargo, el Gescrap Bizkaia logró agarrarse al partido porque tiene un grupo de "ganadores natos, jugadores que no se esconden nunca y saben la camiseta que llevan y el público que tienen". Como Raúl López. Entre todos han conseguido que "ahora seguir avanzando esté en nuestras manos. No podemos esperar nada de otros".

En el bando italiano, la preocupación por la derrota era mínima porque "estamos en buena posición dentro del grupo", según admitió Simone Pianigiani. Al técnico del Montepaschi Siena se le hacía difícil explicar "un partido que ha sido raro, que ha ido a un marcador muy bajo y en el que han decidido demasiados detalles". Pianigiani asumió el resultado sin alterarse: "No puedo hablar mal de mis jugadores. Teníamos problemas físicos tras la Copa y han dado el máximo de sus posibilidades".