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Doce hombres sin piedad

El Gescrap Bizkaia ha alcanzado el punto de forma que le convierte en imparable

Doce hombres sin piedad

Hace bastante tiempo que no se veía en el Bilbao Arena un partido con tantos minutos prescindibles, jugados por imperativo legal. Si hubiera sido boxeo, los árbitros podían haber decretado apenas iniciado el tercer cuarto el final por inferioridad de uno de los contendientes. Después de una semana de emociones fuertes, de victorias de prestigio y gran valor, el Gescrap Bizkaia regaló a sus aficionados una matinal tranquila y sin sobresaltos. Por un día, nada de emoción y sí mucha solvencia y contundencia en todo lo que hizo a partir del minuto 8. El Assignia Manresa fue la víctima que pasaba por allí como pudo ser cualquier otro.

Los hombres de negro suman ya seis triunfos consecutivos en la Liga Endesa, la mejor racha de la competición, solo igualada por el Barcelona Regal. Solo los azulgranas y el Real Madrid, que ha ganado seis de sus últimos siete compromisos, pueden presumir de un estado de forma similar. El Gescrap Bizkaia seguirá por la televisión una Copa en la que muchos querrían haberle visto porque, ahora mismo, pocos equipos podrían mirarle a la cara. Pero eso tendrá que esperar a otro año. Queda en el terreno del baloncesto-ficción y la realidad es que Fotis Katsikaris ha encaminado a su tropa hacia el objetivo primordial de la temporada: llegar al play-off en una posición lo más ventajosa posible. De momento, el Gescrap Bizkaia ya es sexto, su mejor posición desde la tercera jornada y acumula once victorias, las mismas que la temporada pasada a estas alturas, que han recortado a tres partidos su distancia con el tercer clasificado.

Todo porque el equipo bilbaino se parece cada vez más al que acabó el curso anterior como subcampeón de Liga. Con todos sus jugadores en perfecto estado de revista, a salvo de lo que ocurra con el lesionado Grimau, Katsikaris cuenta ya con doce hombres dispuestos a saltar al campo de batalla sin ninguna piedad, como quedó demostrado ayer en un partido en el que la amplitud del marcador permitió repartir los minutos -nadie por encima de los 23- para dar descanso a algunos hombres, ritmo a otros y confianza a casi todos. La maquinaria defensiva puso en marcha un rodillo de transiciones y contraataques que aplastó a los catalanes, dignos pero muy inferiores en su derrota.

sonrisas por doquier Decantado muy pronto el resultado, el Bilbao Arena necesitaba estímulos para mantenerse atento, para seguir con la sonrisa en la cara y los encontró en Janis Blums que demostró estar perfectamente recuperado de sus problemas en la muñeca de tirar. El letón defendió con la garra habitual y, además, clavó cinco triples, su segundo mejor registro en el Gescrap Bizkaia, que pusieron la grada de su parte. Blums fue el solista más destacado dentro de un trabajo coral sin mácula que hizo caer al Assignia Manresa por el peso de la rotación. Los del Bagés, cuando el partido quemaba sus últimos minutos, vieron salir del banquillo local a Aaron Jackson, el base titular, con el que Katsikaris quiso concluir una brillante puesta en escena.

Una muestra de que el Gescrap Bizkaia ha encontrado ese punto en el que todos sus jugadores pueden lucirse en el rol asignado porque las piezas encajan y el balón circula con gran fluidez de mano a mano. Incluso Mamadou Samb tuvo su cuota de protagonismo, alentada de forma discutible por los espectadores a los que Katsikaris acabó por complacer. El chico salió nervioso y ansioso en busca de sus primeros puntos con la camiseta bilbaina y se topó cada vez con el aro. A todos les ha pasado. Es más, el técnico está convencido de que el joven senegalés puede ser útil cuando sea requerido.

Esta semana el Gescrap Bizkaia se hace a un lado mientras pasa de largo la Copa. El parón no tiene por qué afectar a un equipo que ha cogido vuelo, que deja la sensación después de veinte jornadas de que lo mejor de la temporada aún está por llegar.