BILBAO. Mamadou Samb se incorporará en breve al Gescrap Bizkaia para reforzar el juego interior en las dos competiciones en las que están inmersos los hombres de negro. A falta de la confirmación oficial, este pívot senegalés, pero con pasaporte español, ha aceptado la oferta del club bilbaino, que piensa en él como una apuesta de futuro ya que puede ocupar una de las cuatro plazas de jugador de formación que son obligatorias con la nueva normativa de cupos.

El Obradoiro, rival de hoy del conjunto de Fotis Katsikaris, y otros conjuntos extranjeros habían pujado también en los últimos días por el fichaje del jugador formado en las categorías inferiores del Barcelona, pero Samb, cuyo agente es el conocido exjugador Anicet Lavodrama, ha preferido ligarse al Gescrap Bizkaia que le ha la oportunidad de formar parte de un proyecto con más posibilidades deportivas que el gallego, que a cambio le ofrecía un protagonismo deportivo más inmediato.

Samb, de 22 años y 2,10 metros, tiene unas inmensas condiciones para destacar en el baloncesto, pero aún no ha conseguido explotarlas del todo. Durante el tiempo que estuvo en el Barcelona, tuvo algunas apariciones en el primer equipo azulgrana de las que viene su gran relación con Roger Grimau, pero Xavi Pascual no acabó de darle las oportunidades que el jugador buscaba en su progresión. Capacidad de intimidación y de rebote le sobran al jugador de Dakar, pero quizás le falte cuerpo -apenas pesa 100 kilos- para combatir en la zona y de ahí su querencia a alejarse del aro para anotar desde la media distancia. De hecho, algunos técnicos le auguran un futuro a caballo entre las posiciones de tres y cuatro.

Tras su estancia en el Cornellá, filial del Barcelona en la Adecco Oro, el pívot senegalés militó en el Granada de la ACB con el que promedió 4 puntos, 2,8 rebotes y 0,5 tapones en 11 minutos. Esta temporada, en la Adecco Oro, su importancia había crecido con 20 minutos de juego, 10,9 puntos y 4,7 rebotes de media. El caso es que Mamadou Samb apunta mucho, pero le falta dar el salto definitivo y encontrar el entrenador que apueste firmemente por él en la máxima categoría. No parece que eso vaya a suceder pronto en el Gescrap Bizkaia ya que, en principio, ocupará la posición de quinto pívot que hasta ahora había sido cubierta por Tomas Hampl.

Pieza apetecible El pívot checo quiere salir de Bilbao después de seis temporadas en busca de dar un paso adelante en su carrera y el hecho de que Mamadou Samb estuviera en el mercado tras dejar Granada por los problemas económicos que afectan al club nazarí convirtió al africano en una pieza muy apetecible por todas las condiciones, deportivas y no, que reúne. Samb, al contrario que Hampl, podrá ser inscrito en la Liga Endesa y en la Euroliga sin tener que interrumpir su presencia en el equipo en un tramo de la temporada en la que el calendario está muy cargado.

Posiblemente, Mamadou Samb, que lleva unas semanas fuera de la actividad, llegará a Bilbao a comienzos de la semana que viene. El Gescrap Bizkaia no tendrá que salir del Bilbao Arena por lo que la nueva incorporación tendrá tiempo de acelerar su adaptación. En la competición doméstica su licencia podrá ser activada sin más dilación, pero en la Euroliga tendrá que esperar hasta la cuarta jornada del Top 16 para poder ocupar un lugar en el banquillo.

Mamadou Samb forma parte de una familia muy numerosa -su madre falleció hace mes y medio- con muchas aptitudes para el deporte. Su hermano Cheik, seis años mayor, llegó con él al baloncesto español al mismo tiempo, pero no consiguió asentarse pese a sus 2,15 metros y tuvo breves pasos por el Barcelona, el Real Madrid e, incluso, la NBA con los Detroit Pistons. El nuevo jugador del Gescrap Bizkaia rondó ciertas aspiraciones de ser elegido en el draft, pero no fue así y ahora su futuro está en Europa. Si consigue explotar sus facultades en Bilbao, Fotis Katsikaris habrá encontrado un mirlo negro.