BILBAO. EL Gescrap Bizkaia se enfrentará el jueves al Baskonia y al peso de once años de historia. El equipo bilbaino, debutante en la Euroliga, quiere igualar al Galatarasay y al Unics Kazan, que ya están clasificados, y convertirse en uno de los pocos conjuntos que han logrado acceder al Top 16 en su primera presencia en la máxima competición continental. El cuarto novato de este curso, el KK Zagreb, se jugará sus escasas posibilidades en la última jornada de la primera fase.

A lo largo de la historia, otros debutantes lograron superar la primera fase de la Euroliga, tanto en su formato de tres grupos de ocho equipos o el actual de cuatro grupos de seis. Y no es sencillo llegar y besar el santo por el acceso restringido que han impuesto los dirigentes. En la temporada 2001-02, segunda del modelo vigente, el Ural Great ruso pasó al Top 16 en su primera y última presencia en el torneo. De hecho, es un club que ya no existe. En 2002-03, el Montepaschi Siena se estrenó y empezó a construir un proyecto que ahora es muy sólido. En 2003-04 el Pamesa Valencia confirmó su subcampeonato en la Liga ACB con el pase al Top 16. En 2004-05, fue el Prokom Trefl polaco el debutante exitoso. En 2005-06, pasaron el primer corte el Bamberg alemán y el Lietuvos Rytas lituano. En 2006-07, lo hizo el Dynamo Moscú, entonces aspirante a grande y ahora muy venido a menos. Y hace dos campañas, tocaron el éxito el Khimki y el Maroussi en el que militaba Dimitris Mavroeidis.

La exigencia de la Euroliga no tiene comparación posible en el continente y acceder al Top 16 tendría un mérito mayor que el que logró el Gescrap Bizkaia en sus dos anteriores incursiones en la Eurocup, donde el éxito estuvo muy cerca. En su año de estreno, entonces con Txus Vidorreta al mando, el Bilbao Basket llegó a las semifinales de la Final Eight de Turín, meta que repitió al año siguiente en la Final Four de Gasteiz con Katsikaris ya en el banquillo. Pero esto de ahora es distinto.

experiencia Todo el mundo tiene presente, incluso el seguidor vizcaino más forofo, que el reto de esta semana es mayúsculo ya que los hombres de negro se medirán a un rival que habita en el polo contrario y que cuenta con la experiencia de su lado. El Baskonia no se ha perdido ninguna de las once ediciones anteriores de la Euroliga y siempre ha estado presente entre los 16 mejores. Además, los gasteiztarras han logrado su sempiterno objetivo con cierta holgura. Aunque su plantilla no esté al nivel de otras campañas, quedarse fuera del Top 16 sería un fracaso para los de Dusko Ivanovic que, además, han disputado dos finales de la competición y han alcanzado cuatro veces la Final Four.

El conjunto baskonista está más que acostumbrado a partidos de este tipo. El del jueves se puede comparar con el que disputó hace dos temporadas ante la Cibona en el Buesa Arena cuando el Baskonia firmó una remontada histórica para ganarse una prórroga y ganar un duelo que le metió en las eliminatorias de cuartos de final. Un matiz lo diferencia: una derrota condenaría a los gasteiztarras si el Fenerbahçe Ulker no pierde en Cantú.

Hasta ahora, en los derbis vascos a vida o muerte siempre ha ganado el Baskonia. Y el del jueves lo será tras la irregular trayectoria que han descrito los dos equipos en la Euroliga. Si cae el Gescrap Bizkaia, se quedará en el camino. Si lo hace el Baskonia, probablemente también. Los seguidores bilbainos más furibundos ven una gran oportunidad para vengar siete años después la paliza de 47 puntos con que los gasteiztarras saludaron la entrada del Bilbao Basket en la ACB.