BILBAO

HACE ya un par de años que Badalona, una de las ciudades europeas en las que la pasión por el baloncesto late con mayor intensidad, no respira del todo tranquila durante la época estival. Acostumbran a ser meses cargados de incertidumbre y nervios alrededor del Joventut, otrora club señero del basket continental que actualmente se encuentra inmerso en una dura y larga travesía por el desierto como consecuencia de la precaria situación de su tesorería. Aunque no ha llovido tanto, lejos parece ya la última época dorada del club verdinegro, ese trienio que fue desde 2005 hasta 2008 y en el que el conjunto catalán recuperó el paso hasta convertirse en un habitual en la semifinales de la ACB, en ganador de una Copa y de una ULEB Cup con Rudy Fernández, Ricky Rubio y Aíto García Reneses como principales referentes. Nada es actualmente como antaño en la Penya, un conjunto que ha visto por televisión las dos últimas ediciones de las eliminatorias por el título y que se ve constantemente obligado a regenerarse para poder seguir en la élite.

Y no es que ver partir a sus principales referentes sea algo nuevo en Badalona. Como muestra, ahí figuran en las filas del Bizkaia Bilbao Basket Álex Mumbrú y Raúl López, dos jugadores formados en la exitosa cantera verdinegra -el trabajo con las categorías inferiores sigue siendo el principal activo del club, más todavía en tiempos difíciles en la tesorería- y que en su día salieron del Joventut en busca de horizontes más soleados, tanto desde el punto de vista económico como deportivo (ambos se marcharon al Real Madrid). Lo que ocurre últimamente es que el club tiene cada vez menos tiempo para disfrutar de sus mejores jugadores, ya sea por la necesidad de hacer caja con sus traspasos o de liberar espacio salarial, y que fichar a sus sustitutos no es tarea sencilla debido a los problemas de talonario. Así, en los últimos años han abandonado Badalona jugadores del nivel de Rudy Fernández, Ricky Rubio, Pau Ribas Christian Eyenga, Uros Tripkovic, Lubos Barton... y las piezas contratadas para suplirles no siempre han ofrecido el nivel requerido.

El pasado verano, el conjunto presidido por Jordi Villacampa tampoco tenía ante sí un panorama demasiado alentador. Con el club inmerso en un concurso de acreedores y la marcha del patrocinador nominal de los últimos años, DKV, el que fuera uno de los grandes nombres de la historia verdinegra como jugador tuvo que actuar con rapidez, y con mucho tino, para que Badalona siguiera contando con un equipo competitivo. No le tembló el pulso. Se tomó la decisión de reducir una cuarta parte del presupuesto (se ha pasado de los ocho millones de euros a seis), se encontró un nuevo sponsor como la aseguradora FIATC, que dará nombre al equipo los tres próximos cursos, y se confió en Salva Maldonado como sustituto de un Pepu Hernández cuyo periplo badalonés no fue todo lo exitoso que se esperaba.

Y como todos los veranos, también ha habido revolución en la plantilla. Abandonaron el club Russell Robinson, Quinton Hosley, Carl English, Will McDonald y Josep Franch (llamativo fue el caso del base canterano, campeón de Europa Sub'20 en Bilbao y uno de los jugadores con más futuro del baloncesto continental, por el que el recién ascendido Murcia pagó unos 200.000 euros de traspaso) y se contrató a una nueva pareja de bases (el veterano Albert Oliver, salido de la cantera verdinegra en 1999, y Pooh Jeter, a quien el lockout ha alejado de los Sacramento Kings), a los exteriores Federico van Lacke (veterano argentino procedente del Blancos de Rueda Valladolid) y Derrick Obasohan (tirador estadounidense que llega del Trabzonspor turco) y a los interiores Pape Sow y Latavious Williams, joven pívot estadounidense de 22 años que en su época de high school fue considerado una de las grandes promesas del baloncesto estadounidense, pero cuya progresión se vio parada después de que intentara llegar a la NBA sin pasar por la universidad siguiendo la senda abierta por Brandon Jennings.

La cantera, tabla de salvación En estas circunstancias, los jugadores surgidos desde la cantera siguen siendo el principal sostén de un equipo cuyo verdadero nivel no se conocerá hasta que regresen a la cancha dos de sus proyectos más recientes, Pere Tomàs y Henk Norel, actualmente lesionados. Demostrando la fortaleza de las categorías inferiores de la Penya, ya asoman con fuerza en la primera plantilla el fino tirador checo de 21 años David Jelinek y el batallador pívot de 20 años Nacho Llovet, campeón de Europa Sub'20 este pasado verano en Bilbao y que esta campaña gozará de más minutos para demostrar su valía.

Además, completando la transición entre el Prat y el Joventut se encuentran actualmente el alero montenegrino Marko Todorovic, que aún no ha cumplido 20 años pero ya jugó nueve partidos en la ACB la pasada temporada, Álex Barrera, otro campeón de Europa en Bilbao que el año pasado jugó a muy buen nivel en la Adecco Plata en su posición de escolta, y Ferrán Bassas, aspirante a ocupar en el futuro la vacante dejada por Josep Franch. Ellos son el futuro verdinegro, los que se harán con el mando del vestuario cuando se produzca la siguiente reconversión, ya sea obligada por las circunstancias o un simple relevo generacional.