BILBAO. ¿Qué sensaciones recorren su cuerpo un día después de haber caído en la final de la ACB?

Después de una derrota siempre tienes malas sensaciones. Me da pena no haber podido hacer algo más, pero todos sabemos que en esta final tuvimos delante a un rival que está a otro nivel, con un banquillo muy largo, y esto fue decisivo en la eliminatoria. Estoy orgulloso porque no hemos dejado de luchar hasta el final, pero no ha podido ser.

¿Han asimilado ya todo lo que han conseguido esta temporada?

Creo que todavía no somos conscientes de lo que hemos logrado. De hecho, creo que eso nos ha ayudado a llegar hasta la final, ya que el equipo en ningún momento ha disparado la euforia y ha mantenido los pies en la tierra, jugando partido a partido. Seguro que después de un par de días de vacaciones nos vamos a dar cuenta del gran mérito que tiene lo que hemos logrado.

Estamos hablando de una temporada histórica para el Bizkaia BB.

De eso no hay duda. Las últimas semanas han sido increíbles. Lo que más me ha gustado ha sido que la unidad entre la afición y el equipo ha crecido aun más, ha sido mayor que nunca. Hemos trabajado muchísimo para llegar hasta aquí. El equipo ha estado a tope durante toda la campaña y en este último mes hemos recogido los frutos.

¿Cuál ha sido la clave del extraordinario nivel que el equipo ha alcanzado en el 'play-off' por el título?

La clave es que este equipo es una piña con mucho carácter y mucho orgullo, a lo que se le ha añadido el extraordinario apoyo de la afición. Durante la temporada regular siempre supieron darnos el empujón necesario, pero lo de las eliminatorias por el título... Ni siquiera tengo palabras para explicarlo. La preparación física que hemos tenido también ha sido excelente y nos ha ayudado mucho, ya que todas las series han sido muy exigentes, también desde el punto de vista mental.

Da la sensación de que el hecho de ganar en Valencia, en la cancha del equipo al que muchos daban como favorito para ganar la Liga, les da mucha seguridad y el equipo pasa a jugar con una fe pasmosa.

Sí que nos dio confianza. Nos hizo ver que podíamos estar al mismo nivel que los grandes. Para nosotros la frase del play-off fue la que dijo Dusko Savanovic: "Bilbao Basket es la víctima". Eso nos motivó mucho. Tuvimos su foto y ese recorte colgados en el vestuario. En el deporte nunca puedes decir esas cosas porque todo el mundo empieza de cero.

El Barça han sido palabras mayores.

Los dos equipos que eliminamos en el play-off, Valencia y Real Madrid, eran de nuestro nivel, pero el Barça pertenece a otro escalafón. Hemos luchado, pero jugar contra esa plantilla es casi imposible. Cada jugador que entra a cancha es peligroso y talentoso. Además, ellos no se confiaron y jugaron a tope contra nosotros. De todas maneras, nosotros debemos estar orgullosos de haber luchado hasta el último momento.

Se ha perdido la final por 3-0, pero el Bilbao Basket ha estado cerca del Barcelona en los tres partidos, algo que esta campaña solo puede decir el Panathinaikos.

Y yo estoy convencido de que si ahora el Panathinaikos juega diez partidos ante el Barça solo le gana uno. El Barcelona no nos perdió el respeto en ningún momento, no nos trató como un rival menor. Sabía que veníamos de eliminar al Valencia y al Real Madrid y no se relajó en ningún momento.

Además, en los últimos duelos ha quedado claro que el equipo llegaba muy justito de combustible.

Es cierto, y eso se paga ante un equipo con la explosividad del Barcelona. En el choque del Bilbao Arena hubo lanzamientos que fallamos porque estábamos ya muy cascados y la fluidez ofensiva ya no fue la de otros duelos. Echamos mucho de menos a Sonseca en la rotación interior. Tuvimos un desgaste tremendo.

Katsikaris dijo tras la eliminación que este puede ser el inicio de una gran etapa para el Bizkaia BB. ¿Está de acuerdo?

Por supuesto que sí. Este equipo ha demostrado que está al nivel de los equipos grandes. Además, ahora tenemos una motivación extra con el hecho de jugar la Euroliga, que ojalá se confirme pronto. Va a ser algo increíble. Este año hemos sufrido mucho por no jugar en competición continental y ahora nos hemos hecho merecedores de jugar contra la élite de los equipos europeos.

Por lo visto en el 'play-off', este equipo no desentonaría en absoluto en la Euroliga.

Yo he dicho muchas veces que el Bilbao Basket es un equipo digno de Euroliga, cumplimos con todos los requisitos. Tenemos una gran plantilla, una ciudad espectacular, una afición que nos respalda a tope, un pabellón nuevo y moderno... Si se confirma nuestra participación, tendremos mucho protagonismo en esa competición.

¿Cambia este 'play-off' los objetivos del Bizkaia BB?

Está claro que todo el mundo nos va a pedir más. Es algo que asumimos, pero tengo claro que debemos ir poco a poco. No hay que obsesionarse con objetivos. El equipo ha dado un gran paso adelante y el año que viene hay que seguir por esa senda. Tenemos capacidad para responder a la ambición que tienen nuestros aficionados.

Sería interesante que el club pudiera mantener el bloque que ha logrado este éxito sin precedentes. Como primer paso, hoy se anuncia la renovación de Álex Mumbrú

Tengo claro que formamos un bloque muy fuerte y homogéneo. Con un par de buenos refuerzos podemos aspirar a grandes cosas, a seguir creciendo. Me alegro mucho de lo de Álex, ya que es un jugador muy importante para nosotros.

Mantener y extender a toda la temporada el 'efecto Miribilla' sería un fichaje de relumbrón.

La unidad de este play-off entre equipo y afición ha sido algo de lo que me siento muy orgulloso, nos ha dado una energía extra y ha hecho posible que jugásemos más allá de nuestras posibilidades. Cuando estábamos al borde de nuestras fuerzas nos ha ayudado a seguir adelante y ese factor tiene que mantenerse el próximo curso. Será fundamental.

¿Qué siente un jugador cuando en los últimos compases de un partido y con la eliminación siendo ya un hecho el público no para de animar?

Es una sensación extraña. Da pena no poder hacer algo más, pero también sientes felicidad porque te das cuenta de que la gente aprecia lo que has hecho. Lo que hemos vivido estos días, tanto en el pabellón como en la calle, ha sido increíble y no lo voy a olvidar nunca. Saber que la afición te respalda tanto en lo bueno como en lo malo es lo mejor que te puede pasar.

Nunca se ha hablado tanto de baloncesto en Bilbao y en Bizkaia como este último mes. Hay que aprovechar este estado de euforia.

Estas últimas semanas hemos convertido una ciudad de fútbol, que vive abrazada al Athletic, en una ciudad de baloncesto. Nuestro deporte ha sido capaz de crear mucha ilusión y eso hará que cada vez más gente se aficione y quiera seguirnos. El club tiene ahora una gran oportunidad para crecer y la tenemos que aprovechar. A mí me llena de orgullo haber puesto mi granito de arena en todo esto.