Estados Unidos sigue esperando un rival
ESLOVENIA: Slokar (4), Lakovic (5), Nachbar (13), Dragic (7), Brezec (5) -cinco inicial-, Rizvic (8), Becirovic (8), Klobucar (0), Udrih (9), Jagodnik (6), Zupan (2) y Vidmar (10).
ESTADOS UNIDOS: Billups (8), Durant (22), Rose (7), Iguodala (11), Odom (5) -cinco inicial-, Westbrook (11), Gay (16), Granger (0), Curry (3), Gordon (6), Love (10) y Chandler (0).
Parciales: 11-23, 28-42 (descanso), 46-67, 77-99.
Árbitros: Martín Bertrán, Christodoulou y Seibel. Eliminaron a Odom.
bilbao. Estados Unidos sigue avanzando por el Mundial sin encontrar a su paso un enemigo de cuidado. Eslovenia, como el día anterior Croacia, defraudó y planteó un partido sin ningún espíritu competitivo y con mucho respeto, sin creerse en ningún momento que podían inquietar siquiera a los jugadores de la NBA. Para cuando los eslovenos se quisieron dar cuenta, Estados Unidos ya había robado unos cuantos balones y corrido unos cuantos fulgurantes contraataques para abrir una temprana renta de diez puntos.
Iguodala se gustaba con sus mates y los pívots de Eslovenia eran incapaces de acercarse al aro. Así, el dominio del rebote era de los americanos. Sólo unos buenos minutos de Nachbar y el desacierto en el tiro de Estados Unidos estrechó el marcador (23-28). La respuesta llegó con un parcial de 0-8 que mató el partido definitivamente antes del descanso, como en el choque inaugural.
Eslovenia, con una victoria ya en su zurrón, se dedicó a repartir minutos entre todos sus jugadores y a contemplar el lucimiento de Durant y Westbrook, la pareja de Oklahoma City, y el gran trabajo de Kevin Love, el único jugador blanco de su equipo que no quiere hacer bulto y se reivindicó con 10 puntos y 11 rebotes en apenas trece minutos de juego.
El encuentro dejó de tener interés y aplazó a otro día el debate sobre el potencial real de Estados Unidos, que aún no ha visto un rival a su altura. Quizás lo sea hoy Brasil. Splitter debe marcar su terreno.