Jamal Hamed: “Sería un orgullo poder representar al Athletic”

Más allá del sobredimensionado, denostado y frívolo fútbol moderno, hay intrahistorias que merecen ser rescatadas. El bilbaino Miguel de Unamuno las calificaba como vidas calladas: trayectorias fuera del foco mediático pero cargadas de valores. La de Jamal Hamed, puro tesón, es una de ellas. De talante discreto y físico moldeado con disciplina diaria, este zurdo made inLeioa de 23 años acaba de alzar la Copa del Emir con el Al-Gharafa de Catar. Lo ha hecho junto a compañeros como Joselu Mato, Rodrigo Moreno o su hermano Yaser -exjugador del Athletic en categorías inferiores-, devolviendo a su club un título que no cosechaba desde 2011. Su trayectoria arrancó en un colegio de mercedarias, donde comenzó a hacer rodar un balón. “¡Era un balón del Athletic!”, evoca con cariño a DEIA.

Ese primer esférico fue un regalo de sus padres, una pareja de médicos que se conoció en la facultad. Su padre, palestino, llegó a España con 17 años y aprendió castellano mientras estudiaba la carrera universitaria. Su madre, de Miranda de Ebro, comparte con él una vocación que también han sabido trasladar a la educación de sus cinco hijos, todo ellos varones. “Mi padre sacó la carrera traduciendo cada asignatura. Para mí, eso tiene un mérito enorme”, valora Jamal con orgullo.

A nivel deportivo, su referente “ha sido, es y será” Cristiano Ronaldo, contra quien ha tenido la oportunidad de enfrentarse esta misma temporada. “Sabía todo sobre él, y de pronto lo tenía delante. Hablamos en el campo, cosa que dicen que no suele hacer. Me dijo que le había hecho penalti, pero yo le respondí que no era cierto”, relata. Una de sus anécdotas está ligada precisamente al astro portugués y a la primera visita de Hamed a San Mamés: “Fui con mi hermano mayor, Ahmad -hoy en día su representante-. Jugaba el Madrid, y yo solo quería ver a Cristiano. Mi hermano acababa de comprarse un móvil y se puso a grabar una falta suya, y el balón le dio en el móvil y se le cayó al suelo”. Jamal sigue los pasos de su ídolo en lo futbolístico y en lo personal. Profesional hasta el extremo, su día a día en Catar está marcado por el trabajo invisible. Entrena a diario con el equipo y, además, hace hora y media de gimnasio por su cuenta. “Nunca he tenido una lesión. Me cuido mucho. Para mí no hay días libres. Igual -se ríe- estoy demasiado loco con el fútbol”. 

Esa entrega, según valoran fuentes cercanas al futbolista, ha llamado la atención incluso en Ibaigane. “No ha habido ningún contacto con el Athletic, pero sí es cierto que soy un athleticzale más y es el equipo de mi infancia, y en el caso que se diera la oportunidad siempre se podría valorar”, estima. Pero va más allá: “El Athletic tiene una filosofía increíble, muy distinta al resto del mundo. Solo fichan a gente de aquí, con identidad vasca, y eso lo hace único”. No oculta su ilusión: “Yo estaría muy contento si fichara por el Athletic. Eso sí, donde estoy, estoy muy bien, pero nunca me conformo. Para mí sería un sueño debutar en San Mamés”.

En varias demarcaciones

Tras pasar por las categorías inferiores del Leioa y del Arenas, lleva tres temporadas en Catar. La posición que más le gusta es la de delantero o de extremo, aunque se adapta a lo que el técnico de turno le pida, según indica: “He jugado tanto de carrilero como de lateral. Me siento cómodo en ambas y estoy aprendiendo cada día. Si el míster me necesita ahí, yo siempre estoy dispuesto”.

De llegar a Bilbao, aportaría versatilidad, entrega y carácter competitivo. Su ambición queda patente en una frase que lo resume todo. “A mí me gusta ganar. Y si no gano, estoy jodido”, glosa quien es recordado por anotar el penalti decisivo en la tanda que clasificó a su equipo para las semifinales de la Copa del Emir: “Esa presión me gusta. Me motiva”.

Hamed admira a Maroan Sannadi, fichaje estrella del Athletic el pasado mercado invernal, aunque matiza que “no quiero seguir los pasos de nadie. Quiero trazar mi propio camino”.