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Ibrox, el estadio del Rangers en el que jugará el Athletic, está marcado por las tragedias

En este campo se contabilizan un total de 91 muertos como consecuencia de dos accidentes ocurridos en 1902 y 1971

Ibrox, el estadio del Rangers en el que jugará el Athletic, está marcado por las tragediasEFE

El Athletic pisará de nuevo el césped del Ibrox Stadium este miércoles, cuando la plantilla que dirige Ernesto Valverde realizará la última sesión de entrenamiento previa al partido de ida de los cuartos de final de la Europa League de este jueves.

Aunque ha llovido mucho desde entonces, más de medio siglo, pero el conjunto rojiblanco ya sabe lo que es jugar en uno de los estadios más icónicos del panorama europeo. Lo hizo en 1969, cuando cayó goleado por 4-1 en la misma ronda de ahora. Se trata de un campo emblemático del fútbol británico cuya historia está marcada por dos tragedias que se llevaron la vida de 91 personas y dejaron más de 700 heridos.

Estatua, en el exterior de Ibrox Stadium, en recuerdo a los 66 fallecidos en 1971

Tres años después de su inauguración, en 1902, durante la disputa de un encuentro entre las selecciones de Escocia e Inglaterra correspondiente al British Home Championship, colapsó una sección, de unos 30 metros de largo, de la tribuna oeste debido al peso de la multitud que abarrotaba el estadio, lo que provocó que más de medio millar de personas cayeran al suelo desde una altura de 12 metros.

Las consecuencias resultaron fatales. Se contabilizaron 25 muertos y más de 500 heridos. Ocurrió cuando el partido iba por la media hora de juego y, aunque el juego se detuvo durante un puñado de minutos, los organizadores decidieron seguir con el choque para evitar que el pánico se apoderada del resto de asistentes.

Construido en madera tratada conocida como terracing, más barata y frágil que la normal, se vino abajo después de que la estructura no aguantara el peso del público. Las intensas lluvias que azotaron a la ciudad de Glasgow el día anterior pudieron ser una de las causas del accidente, que hizo que en los años posteriores los estadios comenzaran a fabricarse con materiales más consistentes como el acero y el hormigón al entender que las estructuras de madera podían resultar menos estables.

66 fallecidos

Bastante peores fueron las consecuencias del segundo accidente, ocurrido en 1971. Una caída en medio de una aglomeración mientras los aficionados abandonaban el estadio tras la disputa del Old Firm –el icónico derbi de Glasgow que enfrenta al Rangers y al Celtic– provocó una reacción en cadena y una avalancha humana que derivó en el aplastamiento de decenas de personas.

66 personas, muchas de ellas menores de edad, siendo un joven de 13 años la víctima más joven, perdieron la vida en una tragedia que dejó además más de 200 heridos.

El incidente tuvo lugar en la Escalera 13, una de las principales vías de acceso y salida del estadio. Muchos aficionados del Rangers estaban abandonando el campo tras un gol del Celtic que pareció provocar la derrota del conjunto local. Sin embargo, los gers anotaron el tanto del empate, lo que hizo que la gran mayoría de los que estaban saliendo quisieran volver a entrar para celebrar el gol. Entonces se produjo una caída y la gente comenzó a amontonarse en un reducido espacio.

Aunque anteriormente ya se habían registrado incidentes en ese mismo lugar del estadio, ninguno de la gravedad del ocurrido aquel 2 de enero de 1971. Un fatal accidente, uno de los más graves en la historia del fútbol británico, que provocó cambios en la legislación deportiva del Reino Unido y que tanto el gobierno como las distintas federaciones comenzaran a tomarse más en serio la necesidad de regular la construcción y la operatividad en los estadios, especialmente en lo relativo al acceso y la salida de los mismos.

Reconstrucción

Ante la gravedad de los hechos, se decidió reconstruir el estadio de Ibrox, una obra que duró siete años y que fue llevada a cabo por el arquitecto David Will. Este se inspiró en los campos alemanes, que contaban con sistemas de salidas más modernos que los del fútbol británico.

Se eliminaron las zonas con bancos corridos, donde la gente seguía en muchas ocasiones los partidos de pie, para instalar asientos individuales. Además, se ampliaron las escaleras, se instalaron más puertas de entrada y salida y se diseñaron rutas de evacuación más eficientes.

Una remodelación que convirtió al campo de Ibrox en un modelo de estadio moderno donde el Athletic buscará este jueves un buen resultado en su objetivo por superar los cuartos de final de la Europa League.