Hace un año exacto empezaba el desembarco athleticzale en Sevilla. Hace exactamente un año que la avanzadilla de la afición del Athletic tomó La Giralda y la Torre del Oro. Que los escapados del pelotón vizcaino se jartaron de ibéricos, salmorejo y pringá; y auguraron, con un buen rebujito en la mano, que ese año sí, la Macarena les guiaría hasta la 25. Porque el 5 de abril de 2024 llegaba a la capital hispalense la primera remesa de los más de 60.000 seguidores rojiblancos que peregrinaron hasta La Cartuja en aviones, trenes, coches, veleros e incluso autobuses ingleses de dos pisos. Pero no toda la parroquia del Athletic tuvo que desplazarse hasta Sevilla para ver a los leones, 40 años después, levantar el título. Hubo muchos feligreses que ya estaban allí. Que ya estaban empadronados en la provincia nazarena. Es el caso de Ismael Vega y la peña a la que pertenece: la peña Óscar de Marcos de Dos Hermanas. Una agrupación que cuenta con más de medio centenar de socios que, en su mayoría, no tuvieron que moverse apenas para saborear ese penalti para la historia de Alex Berenguer. “Fue una locura. Fueron 60.000 personas en Sevilla. Los de la peña teníamos las casas a reventar de invitados, yo daba cobijo a ocho amigos y hasta tenía apalabrado el jardín”, recuerda Vega.

“Los de la peña teníamos las casas a reventar, yo daba cobijo a ocho amigos y hasta tenía apalabrado el jardín”

No fue la primera final de Copa que el Athletic disputaba en La Cartuja, pero sí la primera con público. Y es que las dos anteriores, esas derrotas en 2021 ante Real Sociedad y Barcelona, se sufrieron a puerta cerrada. “Fue en pandemia y nadie pudo ir al estadio. Recuerdo que ese año en la peña tuvimos que hacer varias cosas para que la gente en Sevilla supiera que el Athletic iba a jugar dos finales de Copa seguidas en la ciudad, pero es que el año pasado no fue necesario porque la que se lió fue impresionante, sobrepasó todas las expectativas porque a mis amigos de aquí siempre les digo que el Athletic es algo diferente, una cosa de otro mundo, y por fin lo entendieron. Llevo 30 años en Sevilla y lo de la Copa fue lo más grande que he vivido”, prosigue el portavoz de la Peña de Óscar de Marcos de Dos Hermanas.

Vega recuerda, sobre todo, las horas previas al partido ante el Mallorca. Como anfitriones, organizaron una paella para 200 comensales y “luego hicimos un paseo hasta La Cartuja con una txaranga que gustó mucho. Tanto que la gente paralizaba las calles al paso. Fue increíble”. Sin embargo, a la celebración de después no hace tanta alusión porque “no recuerdo la euforia. Salimos del estadio vacíos, agotados porque había sido un día y un partido muy largos –se empezó el día 6 y se ganó el 7–. El gol de Berenguer fue una locura, pero es que habían sido tantas finales perdidas, tanto que se decía que esta tenía que ser la nuestra, que el Mallorca se puso por delante, que empatamos pero no hacíamos el segundo, que si prórroga y penaltis… Fueron tantas cosas que cuando acabó estábamos vacíos. Fue como una alegría muy contenida, muy cansada”.

Retirada de Óscar de Marcos

“Llevo 30 años en Sevilla y lo de la Copa fue lo más grande que he vivido. Fueron 60.000 personas”

Ismael Vega - Peña Óscar de Marcos de Dos Hermanas

Este año, además de por la eterna resaca que dejó la consecución del título de Copa, también es especial para la Peña Óscar de Marcos de Dos Hermanas por el anuncio de la retirada del jugador que precisamente les da nombre. El lateral de Laguardia colgará las botas al término del curso y lo hará como el segundo jugador con más encuentros con la camiseta del Athletic después del mítico José Ángel Iribar. “Está el debate de si seguiremos siendo la peña Óscar de Marcos o nos cambiaremos el nombre, pero creo que lo mantendremos porque es un jugador muy significativo para el Athletic”, reconoce Vega. Y es que esta asociación se creó en 2012, justo después de la grandiosa eliminatoria de la Europa League que los leones protagonizaron contra el Manchester United. Eliminatoria en la que, además, De Marcos fue clave con un golazo en Old Trafford y otro en San Mamés. “Nos da pena que se retire, pero a la vez nos da alegría porque cuando empezamos con la peña nunca pensamos que iba a acabar siendo el segundo con más partidos, osea que escogimos muy bien. Además, es un chaval que difunde los valores, la identidad y la garra de lo que es el Athletic, así que tuvimos muy buen ojo”, se enorgullece Vega.

Uno de los sueños de De Marcos, dicho por él mismo cuando anunció su retirada, es dejar el fútbol levantando el título de la Europa League en la final del 21 de mayo en San Mamés. Algo que sería precioso para la peña de Dos Hermanas; pero que es también algo de lo que, su portavoz, por eso de alentar a la mala fario, prefiere todavía no mencionar: “Estoy seguro de que es posible porque la final es en nuestro estadio y tiene que ser para nosotros. No quiero hablar mucho porque soy gafe, pero la esperanza está ahí”.