Hay días y días. El de Oihan Sancet, negado de cara a portería en un partido para olvidar en el plano personal, fue de los que frustran a cualquiera. Incluido al propio mediapunta navarro, que mandó al limbo tres clamorosas ocasiones de gol ante la incredulidad del personal. No fue el único rojiblanco con el punto de mira desviado frente a un desnortado y apabullado Betis más allá del empate final, pues Ander Herrera, Andoni Gorosabel e Iñaki Williams, este por partida doble en un envite para enmarcar en funciones de asistente con hasta cuatro claras ocasiones de gol generadas, perdonaron también ante Rui Silva.
El guardameta portugués se convirtió con siete paradas en el héroe verdiblanco en un envite en el que Sancet, que pudo llevarse el balón a casa, abandonó el terreno de juego preso de la amargura. Máximo goleador del equipo esta temporada con cuatro dianas en liga y una en la Europa League, el ‘8’ del Athletic pidió incluso perdón al público y al banquillo tras ser sustituido por Javier Martón en el minuto 69. Se llevó varias veces las manos a la cabeza Sancet fruto de la más absoluta desesperación tras perdonar lo imperdonable. La primera opción de marcar la tuvo al paso del minuto 11, cuando Iñaki Williams envió un magnífico centro al corazón del área que el navarro remató libre de marca a ras de césped topándose con el poste derecho de la portería de Rui Silva.
No llegó al rechace Álvaro Djaló, de vuelta a la titularidad siete partidos después. Apenas transcurrieron cuatro minutos cuando Sancet volvió a tener el gol en sus botas. Volvió a habilitarle un imperial Iñaki con un centro desde la banda izquierda y el de Mendillorri, con todo a favor en boca de gol, envió el esférico fuera para estupor de la grada. Se desesperó el media punta, que pateó la valla de publicidad ubicada detrás de la portería del Betis sin saber aún que tras la reanudación volvería a gozar de otra clara opción para marcar. Tras otra combinación con el mayor de los Williams, este conectó un pase interior entre líneas a la espalda de los centrales verdiblancos para dejar a Sancet en el mano a mano con Rui Silva, que volvió a respirar aliviado al ver que el disparo cruzado del rojiblanco volvía a marcharse desviado.
Acertado en la combinación y rápido de piernas en sus apariciones lejos del área rival, el de Mendillorri, que cerró el choque con un 82% de acierto en las entregas y tres de cinco duelos individuales ganados con un pase clave en su haber, proyectó una inusual falta de acierto en la definición que condicionó al máximo su calificación final. Ernesto Valverde, desde la zona de banquillos, lamentó al igual que el navarro una mala fortuna que se extendió al colectivo. Los 17 remates del Athletic con un total de nueve ocasiones claras de gol y un solo gol marcado evidencian el carácter extraordinario y fuera de lo común del encuentro.
Reflexión de Valverde
Valverde, cuestionado por el estado de ánimo de los jugadores que habían errado de cara a portería, con Sancet como principal implicado, manifestó que “lo peor que le puede pasar a un jugador no es no atinar, sino no tener ninguna ocasión. Es lo que te puede hacer dar vueltas a la cabeza si no consigues entrar en juego, pero si tienes ocasiones se trata de seguir haciendo lo mismo, porque el acierto acaba llegando”.