Tras una frenética tarde surcando la ría y una larga fiesta en la balconada del Ayuntamiento, donde todos los leones abrieron su corazón a la afición, la celebración de los jugadores del Athletic continuó en el autobús que les llevo a Diputación.

Nada más subirse, los jugadores se encontraron con varios botellines de cerveza que les ayudarían a reponer fuerzas para seguir dándolo todo en su camino hacia Gran Vía, ya que miles de aficionados estaban esperándoles. Unai Simón se hizo con uno de ellos, pero cuando fue a abrirlo se dio cuenta de que no había ningún abridor disponible.

Entonces, el guardameta tuvo la brillante idea de tratar de abrirlo con los dientes. Tremenda bilbainada. Aunque puso todo su empeño, finalmente fue Dani García quien terminó abriéndola.

Al ver lo que su compañero trataba de hacer, García no dudó en quitarle de las manos el botellín de San Miguel y abrírselo utilizando uno de los bordes del autobús. Al ver que su método funcionaba, el resto de jugadores solicitaron que les abriera sus botellines de la misma manera.